Reynosa, Tamaulipas (Agencia Informativa de México).- Tras mudarse a Rusia para estudiar a los compositores del Siglo XX de aquél país, la reynosense, Abril Ibarra Escamilla, compartió su amor por la cultura mexicana y la obra de Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri” con un grupo de niños rusos con quienes trabajó como parte de sus prácticas como estudiante de la Universidad Zaoksky.

Pese a que Rusia cuenta con un gran repertorio de canciones infantiles, la reynosense optó por traducir las canciones de su propia infancia, al ser alegres y con un mensaje especial, “para ellos fue extraña la letra de la canción…eso fue lo que les fue gustando, les fue divirtiendo hacer los sonidos de los animales”, explicó.

Con esta actividad, la joven de 20 años recordó su infancia en esta ciudad fronteriza, donde además descubrió su vocación en los núcleos comunitarios del Instituto Reynosense para la Cultura y las Artes (IRCA).

“Creo que la música de Cri-Cri es algo muy importante para todos los mexicanos y es una lástima que Francisco Gabilondo Soler solamente sea conocido en América porque si se tradujeran más de sus canciones estoy segura que el éxito sería internacional”, comentó.

Al ser Reynosa una ciudad con una marcada influencia estadounidense, llamó a los reynosenses a valorar la cultura mexicana, puesto que su riqueza e idiosincrasia está presente en cada elemento, incluyendo su música.