Zacatecas, (AIMX).- Hoy despidió Zacatecas a dos reconocidos hombres. Ambos destacados en sus ámbitos de trabajo: el periodismo y la medicina, se trata del decano de los corresponsales, Elviro Muro; y el doctor de los pobres, como se le conocía a Maximiano Coral.

Su partida deja una honda herida en la sociedad zacatecana y una huella imborrable por su aportación al Estado, ya que durante décadas trabajaron sin descanso para apoyar a la gente, tal como lo reflejan los comentarios de los periodistas radiofónicos Francisco Esparza y Francisco Elizondo, en sus respectivos noticieros.

El editorialista del Grupo Estéreo Plata, Francisco Esparza Acevedo, así se refirió a la muerte de los zacatecanos, reflejando el sentir de muchos de sus allegados, “Ayer fue un día complicado, cualquier día de esos lo es cuando pierdes dos amigos; ambos dejaron el espacio terrenal luego de cumplir con sus misiones de vida”.

De Elviro Muro Hernández comentó: “Desde sus primeros años abrazo la vocación magisterial y compartió sus conocimientos como maestro de primaria y Secundaria”, fue director de secundaria, fundador y director de la Universidad Pedagógica Nacional en Zacatecas. “Combinó la docencia con el periodismo y fundó periódicos, revistas y hojas informativas para divulgar el conocimiento docente, para informar sobre el acontecer cotidiano”.

Originario del municipio zacatecano de Genaro Codina, Elviro Muro se convirtió en el primer corresponsal de un periódico nacional, el Excélsior y su crítica pluma enfrento a personajes de la vida política zacatecana.

De Maxiliano Coral escribió “Gran parte de tu vida la pasaste luchando contra la muerte. Cientos de tus pacientes aún viven gracias a ti. Cumpliste con tu apasionante profesión de médico, orientaste a tus alumnos, los impulsaste a seguirse preparando y te diste tiempo para convertirte en un extraordinario amigo de miles de zacatecas”.

Sobre este médico que se dedicó a atender a los más desprotegidos del estado, una usuaria de Facebook publicó “Al alba, abordo una nube blanca, tan blanca como la nieve, tan blanca como la espuma del mar. Una nube blanca con bies de oro. Para surcar el cielo, inmensamente azul. Sin dolor, sin Angustias. Sólo con la paz y la tranquilidad que da el haber cumplido su misión en la tierra. Ve Coral, a la casa del Padre, te esperan con los brazos abiertos”.

Este jueves se dio el adiós a ambos personajes, que fallecieron ayer, mismos que coincidentemente fueron velados en Funeraria Hernández y esta tarde fue su misa de exequias en la Capilla Sixtina, para posteriormente partir a su última morada.