Ciudad Victoria, Tamaulipas. -  Una tenebrosa historia circula entre traileros y redes sociales de distintos usuarios de Ciudad Victoria.

En esta se cuenta, como un chofer de tráiler por poco muere al presenciar un “ente” quien presuntamente se le apareció a él y varios compañeros más en la carretera de Ciudad Victoria que conduce a Río Verde.

Y aunque no se sabe quién es el autor de esta leyenda, o si en realidad sucedió, esta historia está causando temor entre las personas que viajan por la noche en carreteras de Tamaulipas.

“10:00 de la noche, viajábamos de Cd. Victoria a Río Verde, veníamos tres compañeros haciendo convoy, yo venía en medio y ví que al compañero de adelante se le reventó una llanta del segundo remolque y por el radio le empecé a decir y total nos orillamos.

Estábamos poco antes de llegar a Cerritos pero este compañero no tenía mucha experiencia, tenía como un mes que empezó en este bonito trabajo, él tenía como 22 años de edad y total, le ayudamos a cambiar la llanta y entre plática nos empezamos a reír y en eso escuchamos como si dijeran:

"Padre que estas en el cielo..." Y lo demás del rezo se escuchaba como murmullos.

Los tres en ese mismo momento volteamos a ver a nuestro alrededor como buscando a alguien. Yo en ese mismo rato supe que no había sido el único que había escuchado, pero nadie dijo nada.

Seguimos cambiando la llanta y entre broma y broma nos volvimos a reír y volvimos a escuchar:

"Padre nuestro que estás en el cielo... Y después puros murmullos".

La risa a todos se nos quitó en cuestión de segundos y uno de mis compañeros dijo: "¿Escucharon?" y dijimos: "Si, si lo escuchamos desde hace rato". Les pedí que nos apuraramos, la neta me empecé a sentir nervioso y yo veía la cara de mis compañeros, también reflejaban miedo.

Nos apuramos y escuchamos pasos como si más personas nos hicieran compañía, pero no se veía nada... Cambiamos la llanta y seguimos nuestro camino unos 500 mts. Adelante ví como el camión de mi compañero se hacía de un lado a otro, como si estuviera perdiendo el control.

Yo empecé a hablarle por el radio y me respondió con una voz muy agitada diciéndome:

"¡Ayúdenme, viene la muerta aquí conmigo!"

Y después de que dijo eso controló la unidad y se detuvo. Lo vimos y el pobre estaba todo sudado, estaba bien pálido y helado de su cuerpo. Dijo que una mujer de cabello güero estaba ahí en el asiento del copiloto y que le decía: "¡Te vas a matar!" y que le movía el volante. Dijo también que el nunca nos respondió el radio...

El compañero nunca más volvió a manejar un trailer. Otra anécdota más que vivimos en las carreteras”. Autor desconocido.