Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La conectividad en el norte de Tamaulipas ha mejorado con la puesta en operación de la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo, pues de 149 accidentes que se registraban en el tramo en el 2017, se redujeron a menos de 110 en el 2021.

Con lo anterior, al término de la temporada vacacional de invierno 2021, la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo, tramo La Gloria-San Fernando, ofreció servicios carreteros de alta especificación a los más de 791 mil vehículos que transitaron por esa ruta carretera, durante los meses de noviembre y diciembre de 2021, y lo que va de enero de 2022.

A la fecha, por la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, circulan diariamente más de 14 mil vehículos de carga que transportan mercancías de exportación e importación, más vehículos particulares que aprovechan las condiciones de modernidad, seguridad y eficiencia, de la Autopista.

En este tramo carretero, los vehículos realizan el recorrido de los 49 kilómetros que la componen en condiciones óptimas, en una vía que cumple con las normas más estrictas en construcción y operación de autopistas de alta especificación, en donde se observan los estándares internacionales.

Hay que recordar que, hasta 2017, la ruta de Monterrey a Nuevo Laredo, en su tramo La Gloria-San Fernando, fue una de las vías carreteras más deterioradas e inseguras del país, cuya carpeta asfáltica y terracería estuvieron en mal estado, dada la falta de inversión de la autoridad responsable, para aplicarlo en el mantenimiento de la superficie de rodamiento, por lo que, a lo largo de toda su extensión, ésta presentaba innumerables baches y grietas.

Además, este tramo carretero tampoco cumplía con las expectativas de los usuarios, y fue escenario de una gran cantidad de accidentes viales, dado lo limitado de los recursos para su conservación, los que sólo se reducían a poner sobre carpeta, es decir, un simple arreglo cosmético, lo que nunca resolvió los verdaderos problemas de fondo.

Fue a partir del otorgamiento de la concesión en 2017, cuando la vía se transformó: Se amplió la capacidad de circulación al construir dos modernos cuerpos viales, de 21 metros de ancho de calzada, que se sumaron a los 12 metros de la vía libre, con lo que se puso a disposición de los conductores dos vías de circulación que suman 33 metros de ancho de calzada.