Rusia.- Una mujer residente de San Petersburgo, Rusia sobrevivió a un caso de violencia extremo, luego de que su ex marido le cortó ambas manos en un bosque de su localidad.

Se trata de Margarita Grachiova quien en 2017 decidió pedirle el divorcio a Dmitry Grachev, quien era su esposo y con quien tuvo dos hijos, lo que este se negó y empezó a obsesionarse con que le estaba siendo infiel.

Por lo que en diciembre del mismo año, después de dejar a sus dos hijos en la guardería, Dmitry llevó a Margarita a un bosque afuera de Moscú donde la torturó durante horas y le cortó ambas manos con un hacha, posteriormente la llevó a un hospital, les dio a los médicos una caja con la mano derecha de su esposa y se entregó a las autoridades.

"Me llevó a un bosque, a un lugar aislado. Y me gritó: '¡Pon tus manos sobre el árbol, yo lloraba, gritaba y le rogaba que no me hiciera daño, él me dijo que no mirara y comenzó a cortarme las manos”, relató Margarita para medios de comunicación.

MARGARITA YA HABÍA DENUNCIADO A SU EX MARIDO

Un mes antes de que Margarita fuese atacada con el hacha, su esposo la había amenazado con un cuchillo.

"Él tomó un cuchillo y lo puso en mi garganta. Y repetía: '¡Admítelo! ¿Me estás engañando o no?", le dijo Margarita a la BBC en 2018.

La mujer de 26 años narró que ella acudió a la Policía para interponer una denuncia y esperaba que acudieran para realizar alguna acción en su contra, pero no fue así, "el policía me dijo: 'Tú y él harán las paces. Esto no es importante'.

A principios de diciembre, el caso se cerró. “Tres días después, me llevó al bosque y me cortó las manos", contó.

Los médicos le cosieron su mano izquierda en una operación que duró unas 10 horas, sin embrago su mano derecha terminó completamente destrozada que no pudieron hacer nada al respecto.

Este caso causó indignación en Rusia ya que bajo el gobierno de Vladimir Putin se redujeron penas y castigos a los delitos por violencia doméstica, por lo que organizaciones de ayuda a víctimas protestaron en las calles.

Posteriormente el caso de Margarita reabrió el debate sobre la falta de leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica.

El hombre fue condenado a 14 años de prisión. También se le prohibió el acceso a sus dos hijos.

A finales de 2020 Margarita se volvió a casar y dio a luz a su tercer hijo, en sus redes sociales se le ve feliz y disfrutando de una familia y feliz.

Personas de todo el mundo le enviaron a Margarita donaciones que alcanzaron los US$65.000 para que la mujer pudiera tener una mano biónica derecha.

También la Corte Europea de Derechos Humanos dictaminó que el gobierno ruso le debe pagar una compensación de US$400.000 por la laxitud de las leyes sobre violencia doméstica del país.

 

 

 

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Con información de RT y El Universal