Cada día es más intolerante la situación que atraviesan los transmigrantes en tránsito desde Tapachula Chiapas, hacia su periplo inicial hacia los Estados Unidos.

Claramente, en las últimas semanas los contingentes de dichos migrantes, saben que su proyecto original de viajar, sea en caravanas, o en algún medio de transporte, por conducto de traficantes de personas, no podrán llegar a la frontera norte con EE.UU.

Los grupos de más de 15 mil hasta 25 mil personas, integrados principalmente por haitianos, centroamericanos y cubanos, no cuentan con documentos que les permita transitar libremente por territorio mexicano.

Las prometidas visas humanitarias por el Instituto Nacional de Migración (INM) son procesadas de forma lenta y tortuosa.

Los ofrecimientos que se habían hecho a los contingentes de las distintas diásporas extranjeras, de apoyarles con transportes de pasajeros para trasladarlos hasta 10 estados identificados en la zona centro del país, con el fin que se les procese las visas provisionales, han resultado insuficientes.

Incluso, los transmigrantes han amenazado claramente, que ya buscarán radicar o ser residentes en el interior de México. Esta situación está provocando que se tergiverse el ofrecimiento original del gobierno federal mexicano.

Los mexicanos nos preguntamos, desde que momento el gobierno de la 4T perdió la brújula en su política migratoria, que pensaban que se podría dar cobijo a tantos inmigrantes que pretendían solo cruzar por nuestro territorio, ante la cerrazón del gobierno demócrata de Joe Biden, trazó un rotundo rechazo para que dichos migrantes logren pasar a su país a solicitar visas humanitarias, asilo político, o visas de trabajo.

De hecho, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza Migratoria de los EE.UU. (BPA por sus siglas en inglés), tiene sellada la frontera entre México y dicho país, volviendo a implementar el odiado "Programa de Protección al Migrante" (MPP por sus siglas en inglés), también conocido como "Quédate en México". Por tal disposición, las ciudades fronterizas del norte mexicanas, ahora se encuentran saturadas de transmigrantes que en los últimos meses han estado llegando sean por caravanas, por conducto de traficantes, u otros medios de transporte.

Cálculos conservadores estiman que en el sureste de México, se hacinan más de 200 mil personas, en la parte central del territorio mexicano, transitan cerca de 500 mil migrantes, y en las ciudades fronterizas desde Matamoros Tamaulipas, hasta Tijuana Baja California, incluyendo a Monterrey Nuevo León, se calculan más de 300 mil transmigrantes.

Esto nos resulta en un contingente cercano al millón de personas, con la preocupación mayor, que se siguen registrando nuevos contingentes originados desde Centroamérica, Cuba, Haití, Venezuela, Brasil, Chile, incluso desde África.

Pero el mayor problema, es que los migrantes muestran signos de desesperación, y cada vez reflejan más agresividad y violencia, tomando carreteras, transportes y amenazando con lanzar piedras a los automovilistas.

Estos días recientes, cerca desde 3 mil hasta 5 mil migrantes haitianos y de Centroamérica han estado bloqueando las carreteras en Tapachula, Chiapas, para exigir poder quedarse en México. 

El tráfico, incluso, estuvo detenido por completo, pues ocuparon todos los carriles, donde aseguraron que en las caravanas vienen muchas mujeres y niños. 

Por lo que piden al Instituto Nacional de Migración (INM) les permita quedarse y que regularicen su estancia en México.  

Los bloqueos se dieron en tres puntos en Chamulapa, Huehuetán y Cruz de Oro, donde impidieron el paso al transporte de carga y al servicio de transporte público. 

Además, en algunos puntos como Chamulapa las personas que requirieron fueron atendidos por autoridades estatales.

Asimismo, dos caravanas que se hicieron presentes la semana pasada ya se desintegraron. 

Algunos de estos migrantes se entregaron a las autoridades con la condición de regular su estancia. 

México ha detectado más de 800 mil inmigrantes indocumentados de enero a noviembre de este año, cerca del triple que en 2020, además de haber deportado a casi 74 mil 300, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país.

Esta es una auténtica crisis migratoria, y parece que la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Seguridad Pública, el INM, ni la Guardia Nacional, entienden la gravedad de este fenómeno que está totalmente fuera de control...

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.