Todavía no se enfriaba el cuerpo en una barbería en San Pedro Garza García y en Tamaulipas más de dos ya tenían el tufo a muerto… político.

Mientras las autoridades de Nuevo León realizaban las investigaciones tras el asesinato de Sergio Carmona Angulo, aquí en el Estado la guerra en las redes sociales crecía vertiginosamente.

Y en el calor por la designación de candidatos, la peor parte se la llevó el senador Américo Villarreal Anaya, el diputado Erasmo González y ligeramente Olga Sosa (quien todavía no estaba incluida en la encuesta).

Esa misma noche, los tamaulipecos -que lo desconocían y los que ya sabíamos del enjuague-, se enteraron con suficiente información que, en las campañas electorales de junio pasado, el personaje ultimado a balazos había sido el mecenas de varios candidatos de Morena y que además financiaba la precampaña de Américo Villarreal.

Al senador desde entonces no lo bajaron de deshonesto, le recordaron su pasado priísta y había voces que exigían que fuera llevado a los “tribunales morenistas” por traicionar los principios de papá Peje y de la Cuarta Transformación.

Y durante todos esos días, por parte de Américo solo fue el silencio total.

Mientras le llovían madrazos a diestra y siniestra, el hombre se mantuvo inmóvil.

No sé si porque esa fue la estrategia que le recomendaron sus asesores o porque quedó engarrotado al comprender que se había quedado sin mecenas.

La realidad es que los silencios también comunican. Quien guarda silencio acepta la culpabilidad -dice el proverbio popular-.

Situación distinta la que asumió Rodolfo González Valderrama y Maki Ortiz, quienes no tardaron en deslindarse.

Tuvo que pasar una semana, para que Villarreal Anaya diera la cara y en una entrevista a Elefante Blanco diera su “veldad” … a destiempo. El daño ya estaba hecho.

Y digo que a destiempo y que el daño ya estaba hecho, porque recién terminé un sondeo, lo pongo en mayúsculas SONDEO, muy diferente a una encuesta, y el ánimo general es que este escándalo le costó muchos puntos en las preferencias electorales al senador Américo.

No sé si le alcance, no sé si al público se le olvide sus silencios y por el bien de su campaña, ojalá y tenga un equipo de reacción inmediata, que sea más ágil que el propio precandidato. Digo, al menos tiene un buen jefe de prensa, pero le hace falta diablo.

EL PROBLEMA QUE YA PASARON MUCHOS DÍAS Y ESE TEMA NO SE APAGA Y ESO SI QUE ES UN REVERENDO PROBLEMA.

En cuestión de manejo de crisis, tengo que recordar parte de mi conferencia “En defensa del diablo”, que en una situación delicada (crisis), lo más difícil es decidir en qué momento hablar. En el libro “Los cien errores de la comunicación”, su autor, mi amigo Luis Arroyo, establece que la tendencia natural es no aparecer, recluirse en el despacho, negarse a hablar y esperar que los periodistas se cansen y abandonen la escena.

Apuntaba en esa conferencia, que cuando hay una crisis de comunicación, debemos de analizar cuándo salir a los medios, porque resulta obvio que CUANTO MENOS HABLEMOS NOSOTROS, MÁS HABLARÁN LOS OTROS.

Nuestro silencio anima al redactor a buscar explicaciones de cualquiera que se preste a darlas, así sean hasta los mismos adversarios.

Arroyo establece que es humanamente comprensible dejarse llevar por el “síndrome del avestruz”, y esconder la cabeza bajo la arena cuando hay problemas, pero estratégicamente es inaceptable, porque el público que es quien verdaderamente sentencia sobre la reputación de una organización o un político, considera EL SILENCIO COMO PRUEBA DE CULPABILIDAD.

pd.- Cuando se ataca a tu persona, nadie más que tu es el que debe de salir a dar la cara...

Comentarios Twitter @Marco_Esquivel

Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.

Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.