Rodolfo y ¡La buena!
Hace días le preguntaron a Rodolfo González Valderrama su opinión sobre las distintas encuestas que se difunden o publicitan en los medios de comunicación y en las redes sociales. Y su respuesta fue, digamos, correcta; basada en su conocimiento del entorno, de los procesos electorales, así como de los tiempos y acciones de su partido: la buena, dijo, es la que haga el partido. Efectivamente, esa es la buena, las que hoy se difunden, son exclusivamente publicidad y responden a los intereses de quienes las pagan.
Las encuestas tuvieron un tiempo de credibilidad. Fueron ubicadas como una herramienta útil para la sociedad, ansiosa de conocer el posicionamiento de su candidato. Con el paso del tiempo, adquirieron una connotación de publicidad, pretendiendo engañar a la población, a los electores, con el cuento de que unos y otros son los punteros. Hoy, por ejemplo, Maki Ortiz presume y reparte encuestas donde es la única puntera… ¿Las creerá ella? ¿Estará convencido de que es la mejor?
FOTOGRAFIA AL INSTANTE.
Partiendo de la base de que las encuestas son reales, validas, siempre se ha considerado que son un instrumento para medir la popularidad o el conocimiento del político por parte de la sociedad. En este contexto, las encuestas son válidas desde el momento que se aplican en distinto momento y cada uno de ellos muestra como el protagonista avanza o retrocede. Es el caso, por decir, de la evaluación que se hace al Presidente AMLO, cuya popularidad sube o baja, dependiendo el momento en que se hace: antes o después de un hecho relevante o significativo.
Por lo regular, en los días previos a la votación, empresas encuestadoras conocidas por su seriedad dan a conocer encuestas. Y son, además, aquellas que se registraron en el órgano electoral, consignando metodología y técnicas utilizadas. Y, pese a ello, hay diferencias a veces no tan notables, pero las hay. Y en ocasiones, la cuestión es el margen de error de la muestra o que el recolector de la información cometió errores o, también, por la forma de procesar la información.
GUERRA DE ENCUESTAS.
La proliferación de encuestas es tanta, hagan de cuenta, que uno que otro aspirante no vacila en difundirla, repartirla, sobre todo a medios de comunicación como a reporteros y periodistas. Así, imagen, un día uno o una es la puntera y al día siguiente, en otra encuesta, ya le dieron el bajón y aparece otro como puntero. La regularidad de las encuestas que se han publicado es que Américo Villarreal es el puntero; poco a poco, aparecen otras, unas con Maki Ortiz, otras con Adrián Oseguera o con Héctor Garza.
Estoy incluido en varios grupos de WhatApps vinculados a medios de comunicación y periodistas. En uno de ellos, hace días, un integrante hace una advertencia de como los resultados de una encuestadora son cuestionables. Hagan de cuenta que consigna sus resultados en otros procesos electorales: sus pronósticos todos fueron errados, equivocados, a sus punteros les dieron tremenda paliza en la votación. Recuerdo el caso de Arturo Soto, que en sus mítines repartía un volante con datos de una encuesta, tenía más del 40% de intención del voto, al final quedó en tercer lugar, con menos del 20% de la votación.
LA ENCUESTA BUENA.
Como Rodolfo González Valderrama tiene conocimientos y experiencia en medios de comunicación, en procesos electorales y en encuestas, al ser cuestionado afirma que la buena, es la encuesta que hará MORENA en su momento. Efectivamente, así será, y es la que todos los aspirantes han acordado aceptar y respetar. Claro, lo dicen por aquello de la unidad partidista, pese a que la historia muestra que las traiciones, las emboscadas políticas, son parte del entramado en un proceso electoral.
Se filtró, hace días, que MORENA hizo una encuesta interna con la participación de los cuatro aspirantes que eligió el Consejo Nacional: de ser cierta, valida, hay que ponderar sus resultados. Américo y Rodolfo están con una diferencia de 3 puntos que, en términos formales, se entiende como un empate técnico por el margen de error que se utiliza en la metodología de las encuestas. A partir de esta información, es como se recuerda la expresión hípica: caballo que alcanza, gana la carrera. Así que, en esta coyuntura o circunstancia, es como suben como espuma las posibilidades de Rodolfo para convertirse en el abanderado de MORENA. Por eso, se afirma: Rodolfo es.
EL ENEMIGO.
Quienes vemos, observamos y comentamos, sobre los eventos y escenarios políticos, cada vez coincidimos en que realidad: Cesar Verástegui, el aspirante de enfrente, de él PAN, cada día se muestra más poderoso, sus movilizaciones y eventos son más concurridas… en tanto MORENA vive un fuego interno y alarga la decisión de elegir a su abanderado.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ