Relaciones peligrosas
Para analizar el momento actual debemos retomar algunos principios teóricos. Por ejemplo, el de la división de poderes como la naturaleza del Estado mismo, e incluso, el papel de los protagonistas. En este caso, obvio, el de Andrés Manuel López Obrador, que en la práctica esta convertido en “El Estado soy yo” al momento que no admite replicas con todo y que pregona la democracia: si no piensas y actúas como el, eres su enemigo. Es quiérase o no, el escenario, que puede explicar lo que está sucediendo en Tamaulipas con la sucesión.
En toda sociedad hay relaciones y la naturaleza de la misma determina sus características. Hay relaciones familiares, comerciales, deportivas, amorosas y políticas; pero en cada una de ellas, de pronto, puede aparecer la connotación de peligrosas. Y es lo que está viviendo Tamaulipas con la ejecución del empresario Carmona y el partido del Presidente AMLO: salpica, dicen, a la sucesión gubernamental. ¿Qué va a suceder? Rodolfo González Valderrama ya se deslindó.
COMPONENTES DE LA SOCIEDAD.
En la década de los 80´s para explicar la composición de la sociedad se popularizo el libro de Martha Harnecker, titulado Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico. Ahí explican que en una sociedad hay varios elementos: la estructura económica, la política y la ideología, como elemento determinante. Con la primera se produce todo lo que se consume; con la segunda, se organiza y administra a todos los componentes de la sociedad. Hay, pues, productores, trabajadores y políticos.
Y Carlos Marx al estudiar a la sociedad capitalista hace énfasis que, en última instancia, siempre predomina la económica; esa es la relación perversa, de políticos y empresarios, lo que da lugar a la “mafia del poder” que tanto combate el presidente AMLO; lo que dio lugar a que se cancelara el aeropuerto de Texcoco, para dejar en claro que, en México, el poder económico tiene que subordinarse al político, al Estado… hoy en día, ni más ni menos, AMLO, que no admite críticas, que busca fortalecer la opacidad pública.
RELACIONES PELIGROSAS.
Si hablamos de épocas, ubicándonos en el neoliberalismo capitaneado por Carlos Salinas de Gortari, las relaciones entre políticos y empresarios no serían peligrosas; pero si de corrupción e impunidad, de complicidad. Si nos enfocamos en el tema energético en la época de Enrique Peña Nieto, diríamos que la relación fue de complicidad para saquear al país; que se convierten en peligrosas cuando, en esa coyuntura, se provoca un escándalo como el videogate, de cuando Carlos Ahumada, empresario, entrega bolsas de dinero a Rene Bejarano, hoy apóstol de la 4T.
Consecuencia de esas relaciones peligrosas es que Rosario Robles ha perdido la libertad. Rosario fue quien abrió la puerta a Carlos Ahumada, como Jefa de Gobierno del D.F. (hoy CdMx). Y el escandalo fue mayúsculo al grado que, se percibe, Rosario para padeciendo una venganza por los hechos del pasado. Emilio Lozoya y Carlos Ancira son, también, parte de este esquema: la conjunción del poder económico y el político en donde unos y otros salen ganando, y el que pierde, como diría AMLO, es el pueblo, los pobres.
CONTACTO EN TAMAULIPAS.
La forma inicial de esa conjunción político-empresario nace en la lucha por el poder: el político requiere ganar la elección y el empresario requiere de contratos, de convertirse en proveedor del gobierno. Así que, de manera natural, el empresario aporta fondos a la campaña. Y en esta coyuntura es que Tamaulipas y MORENA están viviendo un escándalo de esta naturaleza. Que se atiza con la ejecución de Sergio Carmona, presunto financiador de varios candidatos a Presidente Municipal y de otros políticos.
Se incluye a otros políticos de MORENA: Erasmo González y hasta Mario Delgado, el líder nacional, incluye también a Olga Sosa. En tanto que Rodolfo González Valderrama aclara que no conoce, afirma no tener vínculos ni relaciones financieras como los “Carmona”.
BOLSA ABIERTA.
Recuerdo que, hace tiempo, a un candidato priista a la gubernatura le preguntaron si en su campaña había dinero ilícito. Dijo no saber, que la bolsa estaba abierta y que el no se daba cuenta de quien le echaba dinero. Eso, hoy en día, es imposible: los controles y fiscalizaciones de la autoridad electoral es difícil de burlar. Sin embargo, sigue vigente la presunción de que, en las campañas, los que tiene tienen dinero invierten con el firme deseo de ganar después, cuando ya estén en el poder.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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