La Habana, Cuba, (Agencia Informativa de México).- Por redes sociales, algunas plataformas ciudadana denunciaron este domingo el “bloqueo cruel, ilegal e inhumano” del régimen en la isla contra el dramaturgo Yunior García Aguilera para impedir que fuera a marchar en solitario como lo había prometido.

“En el día de hoy el dramaturgo Yunior García Aguilera no pudo cumplir con la marcha en solitario anunciada porque el régimen cubano lo sometió a un bloqueo cruel, ilegal e inhumano”, posteó la ppagina “Archipiélago” en su perfil de Facebook

Y agregó que la acción de sitiar a un ciudadano para impedirle caminar por una calle no solo se valió de un repugnante acto ‘cultural’ de repudio y de un cerco con policías vestidos de civil, y aseguran que también consistió “en tapiar su ventana” usando la “sagrada insignia nacional como un bochornoso telón de represión.

La página Mag Jorge Castro y activista por los derechos humanos denunció en su cuenta de Twitter esta acción desmovilizadora de las autoridades en Cuba, donde “el miedo se pasó de bando”.

“Los que controlan el ejército y la policía le temen a un hombre armado con una rosa. ¡Por él y por Cuba hoy sonarán las cacerolas en la isla a las 20:00 horas!! ¡Cubanos, el mundo está mirando, hagámonos escuchar! Todos somos Archipiélago”, convocó en su cuenta de Twitter.  

Y es que el dramaturgo García Aguilera, coordinador de la Marcha Cívica por el Cambio, colocó un cartel en la ventana de su casa, en el municipio habanero de La Lisa, para denunciar que estaba bloqueada por agentes de la policía política y simpatizantes del régimen, publicó la página web CiberCuba.

“Mi casa está bloqueada”, decía el letrero en su ventana, pero agentes de la Seguridad del Estado lo taparon con una bandera cubana gigante para intentar seguir anulando la protesta del activista.

Desde muy temprano, de este domingo, denunciaron, la vivienda de García Aguilera fue rodeada por agentes vestidos de civil y turbas defensoras del gobierno, quienes pretendían impedir que el dramaturgo saliera a marchar pacíficamente con una rosa blanca en la mano.