Amecameca, Edomex. (Agencia Informativa de México) .- “¡Tlacoyooooos! , ¡quesadillaaaaas! «, así se escucha una viejecita un poco apagada, pero con mucha energía, es la voz de una mujer casi centenaria, que tiene 35 años vendiendo tlacoyos y quesadillas a los pies del volcán Popocatépetl, en el centro de Amecameca. 

Se trata de Doña Cleotilde Soriano Reyes, que con su cuerpo menudito junto al comal, resiste las ráfagas de frío de la montaña. Sus manos pequeñas amada las masa, hace sus «testales» para hacer los alimentos que con amor ofrece, ahí paradita junto al caliente comal.

«Me llamo Cleotilde Soriano de Reyes, de 94 años y – subraya- de «Reyes» orgullosamente», recordando a su esposo que la hizo feliz durante sus años juveniles.

Durante 35 años ha vendido sus garnachas en el mismo lugar, a escasos metros de los leones que adornan el jardín municipal.

Nació en 1927 cuando Amecameca solo estaba conformado por rancherías y las vacas cruzaban por el centro.

Rara vez veía un vehículo, solo los camiones que se dirigían a Chalco. Eran otros tiempos «señor don Simón», tiempos en qué la gripe española azotaba Europa y México.

Ella, la menudita vendedora de Tlacoyos y quesadillas ha sobrevivido a está segunda pandemia, al COVID siniestro y asesino.

Cleotilde se ve delgadita pero tiene una fortaleza que vence toda enfermedad. Ni diabetes, ni problemas del corazón, ni alguna otra enfermedad que le afecte.

Solo tiene el peso de los años, ya pisa los 100 años y ahí la tenemos, ofreciendo sus quesadillas y Tlacoyos con mucho afán.

Doña Cleotilde es un ejemplo de vida, quienes visiten Amecameca, y pueden hacerlo, consuman sus alimentos que los prepara con mucho amor y paciencia.

Hay que apoyarla en su economía familiar para que dure más de 100 años.

¡!Felicidades doña Cleotilde por este ejemplo de vida!!