Hace unos tantos días el presidente nacional del PAN la había “cajeteado” muy duro al expresar que solo tendría una real oportunidad de ganar las elecciones de un estado, de los varios que estarán en disputa electoral el año próximo. La noticia se volvió rápidamente viral y las críticas le llovieron por todos lados. De “pensativo” no lo bajaban, y aunque se pudiese argumentar que quizá fue realista, debió de saber que en esto de la política te tienes que cuidar muchísimo. En los tiempos de las redes sociales y mayores aparatos electrónicos, tienes que suponer que siempre estarás en una situación que te pueda comprometer.

Pensó que él estaba en una reunión privada en la cual dicha información quedaría como un comentario más entre los asistentes, pero algún vivaracho y/o malqueriente, lo expuso, poniéndolo inmediatamente al salir a luz la grabación en un fuerte predicamento. Sus enemigos externos e internos lo tundieron con todo y ahora le será muy difícil salir avante al menos de tal situación.

Mismo caso sucedió en estos días al conocerse detalles de una boda supuestamente fastuosa en donde el Lic. Santiago Nieto contrajo nupcias con Carla Humphrey, y aunque pidieron alta discreción, existieron detalles externos que empantanaron el presente político del ahora ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Tan fue así que él mismo presentó su renuncia en un caso de congruencia o de obligatoriedad por la incongruencia entre su estatus de “fiscalizador de hierro” perteneciente a una administración que pregona la austeridad, y su vida privada en donde por este acontecimiento, parece no comulgar con lo mismo.

Se fue a casarse a Guatemala y le terminó saliendo de “Guatemala a Guatepeor.”

Si ya la gente se había indignado fuertemente por el caso de Emilio Lozoya y su cena en un restaurante de lujo, ¿a poco no contemplaron que esto pudiera sucederles? Quizá el amor entre ellos en tan grande que nubla la razón pero siendo él una figura prominente en la cruzada contra la corrupción e impunidad y a su vez defendiendo los ideales de la cuarta transformación, pues habría que decir que peco también de muy ingenuo por no decir pende...

En el país de la plata o plomo, de los pelafustanes políticos, de los personajes perversos, en la tortuosa tierra de las peripecias y pendejadas; definitivamente de todo podemos esperar y/o ver.

¡Viva México! diría mi padre.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)