El Cachorro está enamorado… ya no baila y salió bailado
“¿Nunca te has puesto a pensar que la vida es como un baile…? Una noche bailas, otra noche no bailas. Hay un tiempo de esperar y otro de bailar; un tiempo de penumbra y otro de luces coloridas. Viene una tanda y, si agarras pareja, ya tienes para cinco o seis piezas. Luego a tu mesa a descansar, a recordar, a apaciguar la sed. Después la otra tanda y la que sigue; y como puede venir alguien puede no venir… O volver el que se fue, el que tanto esperaste. Y con chance un día te ligas a alguien no por una tanda o por una noche, sino por muchos, muchos bailes… es lindo.”
El texto forma parte del monólogo “Aquí bailando” del maestro tampiqueño Arturo Castillo Alva, en la que representa a un hombre de preferencias sexuales hacia su mismo sexo, que amaba el baile… pero se volvió torpe al enamorarse.
Cuando empezó el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, también fue de trampolín para muchos noveles políticos, entre ellos Luis “Cachorro” Cantú Galván. Y desde que le dieron la encomienda como pastor panista, pareciera que le encantaba la bailada política.
Como “Pedro”, el personaje principal de “Aquí bailando”, Luis René se apoderó de la pista y se colocó en el centro de esta en donde la música se escucha mejor.
Se sentía intocable, al fin de cuentas era “el cachorro” … la bebé mascota de quien manda en Tamaulipas.
Que no se le rozara ni con el pétalo de una rosa, porque todos salían a defenderlo… era el cachorro… bueno, sigue siéndolo porque nunca creció (políticamente hablando).
Pero algo pasó… de pronto dejó de bailar. Los reclamos de los panistas en los 43 municipios no esperaron y las voces se multiplicaron. Muchos con miedo, sabían que era “el cachorro”, la mascotita de los hombres en el poder.
Si, en plena campaña afloró en él el amor… se enamoró, le valió un comino el encargo. Dejó de bailar.
“Cuando te enamoras tienes que dejar de bailar. El baile se vuelve lento… Cada vez más lento. Amar y bailar no se puede. De repente ya no hay música y, sin darte cuenta, te has quedado de pie, inmóvil frente a tu pareja como un imbécil”.
Aflorar en él el amor, provocó que su partido sufriera un revés con daños incalculables. Estar enamorado lo inmovilizó, solo tenía ojos para alguien.
Ya no bailó… salió bailado.
En los últimos dos días tomó relevancia al opinar -muy desafortunadamente- sobre el evento que a César Verástegui Ostos le están preparando sus amigos, en donde le van a brindar el respaldo para que sea candidato del PAN al gobierno de Tamaulipas.
Voy a especular.
Me quiero imaginar que cuando el Truco supo lo que dijo, solamente movió la cabeza y lanzó un suspiro de resignación, diciendo: “Hay ternurita, sigue siendo un cachorro”.
Lo peor, es que enamorado y bailado, allí sigue en el lugar donde se debió de cocinar la estrategia para que su partido ganara y que no hizo nada por estar enamorado. ¿Cuánto tiempo más para que lo manden a freír espárragos?
Y ES QUE EN EL ESTADO, YA NO SE LE CONOCE COMO EL CACHORRO, SINO COMO EL CACHARRO...
Comentarios Twitter @Marco_Esquivel
Marco Esquivel
Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político
Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.
Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.
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