Nuevo Laredo, Tamaulipas.— “El Canelo”, un perro criollo demostró la lealtad a su amo hasta el final. El jueves antes de la medianoche, mientras su amigo “Adonai”, un indigente alcohólico, dio su último respiro tras ser arrollado por un vehículo, nunca lo abandonó, permaneció hasta que su cuerpo fue trasladado a la funeraria.

“Adonai”, en realidad llamado Juan Sergio, de 68 años, una víctima más de accidentes vehiculares en Nuevo Laredo, falleció arrollado en plena avenida Reforma, metros antes de la calle 15 de Septiembre, en un sector de varios centros comerciales.

Testigos refirieron que fue el conductor de un vehículo compacto el que arrolló a Adonai y del impacto, él murió en forma instantánea, los paramédicos de Cruz Roja, así lo confirmaron.

Tras el accidente, El Canelo se arrimó a su amo, incluso ladró a algunos de los presentes como advirtiendo que no lastimaran a su amigo, quien ya había fallecido.

Del cafre que dio muerte a “Adonai”, quien se dijo es un indigente alcohólico, nada se supo. Al ver lo que había hecho, huyó a toda prisa, amparado por la oscuridad de algunas partes de la ciudad.

La autoridad debió recoger el cuerpo de Juan Sergio a pesar de la presencia de El Canelo, quien se en ningún momento se despegó de su amigo, su amo.