Concluye INAH restauración de templos dañados en La Montaña de Guerrero
Chilpancingo, Guerrero. - Con la entrega de tres templos localizados en la Cañada de Huamuxtitlán, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio por concluida la recuperación del patrimonio religioso afectado por el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la región de La Montaña, en Guerrero.
Estas capillas y templos representan el 20 por ciento de los 95 inmuebles de la entidad que resultaron afectados por ese sismo.
En esta ocasión se hizo entrega formal de las iglesias de San Pedro Aytec y de la Asunción de María, en Huamuxtitlán, así como de la Parroquia de Santiago Apóstol, en Xochihuehuetlán, cuyo colapso del casquete de su bóveda se convirtió en el símbolo de los efectos del terremoto en La Cañada, una de las once edificaciones que resultaron con daño severo en la entidad guerrerense.
El tañer de las campanas es la mayor prueba de que los tiempos difíciles quedaron atrás, “las campanas representan la relación de Dios con el pueblo y marcan la vida activa de las comunidades”, señaló el párroco Miguel Oyorzábal López, del Templo de Santiago Apóstol.
El arquitecto José Luis López refirió que la restauración de estas iglesias es también recuperar parte de la memoria histórica de La Cañada, pues son símbolo del proceso de evangelización emprendido por los agustinos en el siglo XVI, como lo demuestra la antigua capilla abierta que permanece a espaldas de la Parroquia de Santiago Apóstol, la cual fue construida en el siglo XIX.
En este caso, las tareas de reconstrucción implicaron estudios geofísicos, a cargo de expertos de la UNAM, los cuales arrojaron que la iglesia se desplanta sobre grutas de 25 metros de profundidad y 12 metros de ancho, lo que implicó arduos trabajos de recimentación, a cargo de la empresa contratista.
Durante la gira de trabajo también se entregó la Parroquia de la Virgen de la Asunción de María, del siglo XVIII, la cual registró grietas al exterior, en los arcos de las columnas del sotocoro, en muros laterales por el interior y en la bóveda del presbiterio. Asimismo, el altar del presbiterio se dañó a causa de la caída de los aplanados de la bóveda y hubo daños en la base de la torre-campanario.
Finalmente, en la iglesia de San Pedro Aytec, la cual data de entre los siglos XVIII y XIX, aunque los daños fueron menores —principalmente grietas en muros laterales de su nave, en fachadas del interior y exterior, sumados a aplanados sueltos y abufados—, fue posible reintegrar la cubierta de madera y teja rescatando el sistema constructivo que implementaron los agustinos en los templos de esta región.
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