“Mucho ruido” ha causado el asunto del recién fallo en cuestión de auditoría en donde en el caso de aquí de la capital no se encontraron elementos como para observar y no aprobar la cuenta pública del año 2019. La administración en manos del ex alcalde Xicoténcatl González Uresti, salió impune del proceso de revisión de sus cuentas, ¿pero a quien sorprende?, eso ya se esperaba como también se esperaba la postura de seguidores fieles de los “legisladores” priistas. Ahora resulta que están sorprendidos muchos medios de comunicación y ni se diga sus compañeros de partido asi como los regidores, por haber levantado la mano y aprobar dicha cuenta pública.

¿De que se sorprenden si tienen los tres años haciéndolo? casi desde un inicio vienen comiendo de la mano de los del partido azul y con la venia de su dirigencia estatal que pocas veces ha alzado la voz para entrarle a temas torales y/o a cuestionar (cuál partido opositor) al gobierno actual. Florentino “el florero” Sáenz Cobos, de adorno y de pusilánime no ha pasado y los otros dos pues quien sabe que habrán hecho estos años porque la verdad poco se escucharon. Ahora, habrá que recalcar que esto no es nada nuevo, se ve a nivel federal y aquí no es la excepción, de hecho eran los priistas en la época que dominaban los que maiceaban a los de los otros colores.

Habrá que preguntarles a los ex presidentes de la junta de coordinación política del congreso estatal para que nos platiquen las variadas maneras en cómo lo hacían; sobres de dinero, tarjetas con miles de pesos a costa del congreso para vacacionar, mujeres, regalos caros, etc. Ahora es lo mismo pero se invirtieron los papeles y no solo ahí sino en general y más notorio en el caso de los tricolores. Es cierto que los regidores de Victoria emanados del PRI se opusieron en ese punto en el cabildo pero también es cierto que en otros temas de relevancia igualmente se doblaron. ¿O acaso los almuerzos en privado con el Secretario General de Gobierno previo a ciertas reuniones de cabildo eran solo para convivir?  

Los que antes hasta pecaban de soberbia (la mayoría) y se enorgullecían por su “institucionalidad” ahora son los primeros en doblarse, ¿que quedó de esa aplanadora, donde se esconden los verdaderos líderes? Dijo recientemente con gran pena y muy entristecido un priista de muchos años, “pasamos de un orgullo enorme tricolor a solo servir para tres cosas...

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)