La imagen política es un recurso, un instrumento, una herramienta que desde siempre ha causado un gran impacto, y que te permite y da la oportunidad de acceder al poder, competir por el poder, ejercerlo y poder conservarlo.

Además, es preciso resaltar que se asocia a la sensación interior que resulta de una impresión material hecha a través de los sentidos, y esta es la simplicidad para entender la comunicación mediante la representación y la percepción.

Esta es importante ya que permite distinguirse y posicionarse de manera positiva en el escenario de la competencia y el poder político. Como recurso la imagen política debe ser usada de manera estratégica, eficaz y eficiente, de esto dependerá en gran medida el alcance y la influencia que puedas tener para poder potenciar tu liderazgo, ganar oportunidades e incrementar el número de seguidores y tener de tu lado el poder de convencimiento para poder lograr movilizar a las masas.

Ahora, muchos se preguntarán ¿Cómo podemos lograr una buena imagen política? Y la respuesta es clara, esto se logra a través del conocimiento del personaje político, el respeto a la esencia del actor político, una metodología eficiente, coherencia, creatividad e innovación para poder renovar, adaptarse y afrontar los distintos escenarios y situaciones.

El poder construir y con ello posicionar una buena imagen política trae consigo grandes beneficios que serán claves para tu desarrollo político y profesional, te ayudará a consolidar y estimular tu liderazgo social, también aporta fuerza al trabajo político para poder alcanzar los objetivos que tienes planteados, mejorar la competitividad en los procesos electorales, además proporciona una cercanía entre el desempeño de la función pública y las demandas sociales. Estos son solo algunos de los beneficios, pero sin lugar a dudas, el consolidar tu imagen política traerá consigo grandes resultados.

Es preciso enfatizar en que la imagen tiene una estrecha relación con el poder que data desde la antigüedad, y destacar en ese sentido que hoy que vivimos tiempos en los que en gran medida dependemos de los medios de comunicación y las redes sociales, en este contexto nuestra imagen puede ser aún más vulnerable, por ello cobra mayor importancia la coherencia que pueda existir en tu mensaje.

Imagen es percepción, lo que se percibe acerca de algo o de alguien configura su imagen, quiere decir que es una imagen que se construye en la mente, lo que se queda en la cabeza después de haber tenido una experiencia vivencial, por tanto, nosotros no somos dueños de nuestra imagen.

Nuestra imagen vive en la cabeza de los demás y se convierte en la realidad de quién nos percibe. Y esa percepción se convierte en su realidad. Y de eso que percibes, opinas.

Nosotros no somos dueños de nuestra imagen, pero somos absoluta y aplastantemente responsables de la misma porque se produce por estímulos. Es un juego de causas y efectos. Estímulos verbales y no verbales. Lo que decimos con palabras, sin palabras. Fondos y formas.

Funciona en forma de ecuación, nosotros mandamos un estímulo, ese estímulo le llega a un receptor que en su cabeza hace este juego físico, psicológico de percibir y configura una imagen. Imagen de la cual opina: me gusta o no me gusta, le creo o no le creo, es bueno o es malo, voto o no voto.

Lo que percibimos se vuelve nuestra realidad, y si a esto le sumamos el factor tiempo, resulta que una imagen sostenida en el tiempo no es otra cosa más que nuestra reputación: el mayor patrimonio que una persona o una institución puede tener.

“Imagen es percepción” (Álvaro Gordoa).

@Alberto_Rivera2

Alberto Rivera

Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.

Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.

Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.

Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.