Tampico, Tamaulipas. - Ocho años después de haberse constituido como Centro Cultural Casa Gándara de Tampico para contribuir a la promoción de las actividades artísticas y culturales de la zona, el recinto que ocupaba una casona antigua con una larga historia que la llevó a convertirse en cuartel general en una ocupación militar que sufrió el Puerto en 1914, sus puertas han sido cerradas, informó la directora del Museo, Carmen Sofía Gándara González.

Reveló que a todos "nos ha afectado la pandemia en mayor o menor medida", sin embargo, para el caso del recinto cultural la afectación ha sido muy grande, luego que la edificación data desde hace casi 200 años.

Agregó que se realizó un análisis de la casa, es así que estructuralmente ya no es posible seguir abiertos al público, al presentar un riesgo importante de derrumbe de muros interiores y fachadas.

"Hoy hace 8 años abrimos nuestras puertas y en nuestro octavo aniversario con el corazón deshecho, te decimos adiós; Casa Gándara agradece a todos y cada uno de ustedes el apoyo que nos han brindado durante todo este tiempo; es bien sabido que una construcción cerrada y en desuso se deteriora más rápidamente, si a esto sumamos las condiciones climáticas de nuestro puerto, la afectación ha sido enorme", explicó.

Completó:

"Hoy cerramos un ciclo, no es fácil para nosotros esta decisión, pero mi misión es y será siempre por ti y para ti, y justamente haciendo valer esta premisa 'por ti y para ti' ya no es seguro tenerte entre nuestros muros".

Como se recuerda, durante la Revolución Mexicana, Tampico cayó en manos del Ejército Constitucionalista, siendo usada la casa por el General Pablo González como Cuartel General, utilizando sus sótanos como mazmorras y prisión, llegándose a ejecutar ahí a algunos presos durante la revuelta.

Se trata de una vivienda de estilo ecléctico, mandada construir en 1865 por el General Manuel González Flores. Después de su óbito en 1893, el inmueble lo hereda su hijo Manuel González Horn y remodelándola en 1902, bajo la supervisión del ingeniero Salustio Ambros, concluyéndola con una regia fachada de ladrillos rojos y amarillos, escalinata y arcos de entrada, con bellas ventanas de estilo veneciano y coronadas con testas de la diosa Victoria.

En los años 30 del Siglo XX, fue Hospital de Ferrocarriles Nacionales de México, en 1933 el doctor Enrique Gándara Yáñez la adquiere para instalar ahí su consultorio y vivienda, siendo heredada a su muerte por las señoritas Carmen y Mercedes Gándara Quintana, conociéndose el recinto durante años como la "Casa de las Gándara", recordadas por su filantropía y altruismo.