"Los mataron por la espalda", relata hija de víctimas de Reynosa
Reynosa, Tamaulipas. - Verónica Aimee, abogada y madre de familia, fue encajuelada junto a su hermana el sábado 19 de junio, cuando sus padres, el señor Jerónimo y Alicia, así como su hermano Alfredo, fueron asesinados por el comando armado en la colonia Bienestar.
Aseguró que los ataques fueron por azar del destino y lo catalogó como un acto de terrorismo en contra de la población de Reynosa, pues en el caso de su familia todo se dio por un choque tras la huida de los delincuentes.
"Yo iba bajando de la casa y me quedé en el porche porque escuché detonaciones, bajé y pasé la cocina y hablé con un sobrino y me dicen que chocó y lo que hice fue salir corriendo. Yo no vi que estaban armados y cuando se voltean enseñan las armas largas y que ya me había cargado la chingada", relató.
Y añadió;
"Yo les pedía que dejaran a mi hermano y me golpean en la cara, me agarran del cuello y me meten a la cajuela de un carro blanco, un Fusión y ellos decían que no, que a la cajuela, me agarró del cuello. Volvieron a abrir y mi padre me decía que no pusiera resistencia, que luego ellos iban por mí, pero más adelante se detienen y es cuando se escuchan los disparos".
Fue en la calle Cortijo de la colonia Bienestar, donde sus padres y su hermano quedaron sin vida, les dispararon por la espada y en el caso del joven de 30 años fue directo a la frente.
Por su parte, Alan Javier, quien es esposo de Verónica, también denunció que las autoridades de Tamaulipas actuaron tarde, que fallaron los filtros de seguridad, pues aseguró que los delincuentes llegaron por un tramo carretero sin ningún problema.
Fue tanto que llegaron al grado de que tuvieron que velarlos solo unas horas ante el avanzado estado de descomposición.
Al sepultar los cuerpos en el cementerio Valle de la Paz en Reynosa, el clamor es de justicia, pero también de que las autoridades de los tres niveles de gobierno se pongan a trabajar unidos.
"Queremos que la alcaldesa Maki Ortiz reconozca que no son actos de balas perdidas. Por último, nadie de mi familia pertenecía a ningún cartel de la delincuencia organizada", insistió.
Ahora, el matrimonio guarda el luto por la pérdida de sus seres queridos, y el trauma de ver en peligro la vida de sus sobrinos e hijas, asegurando Verónica Aimee que ninguna de las familias de las víctimas ha recibido apoyo, ni siquiera seguridad, pese a que hay miedo de nuevos ataques.
"No hay nada de apoyo, ni seguridad, ni nada. No queremos dinero, lo que pedimos es seguridad, mataron a puros valientes, ellos fueron los cobardes, que atacaron a gente inocente, desarmada y por la espalda", finalizó Verónica.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ