Hermosillo, Son., (Agencia Informativa de México).- El factor de riesgo más relevante para la autolesión no suicida (ANS) es la adicción al internet, pues eso aumenta en mil 137 por ciento la posibilidad de que un adolescente realice ese tipo de actividades. 

La estudiante del doctorado en Desarrollo Regional del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Karen Guadalupe Duarte Tánori, realiza una investigación sobre el apego a los padres y a los pares, la depresión y la adicción a internet en relación con conductas de autolesión en estudiantes de secundaria de la ciudad de Hermosillo. 

Explicó que la ANS es un tipo de comportamiento autodirigido, sin fines suicidas, que causa la destrucción de la superficie corporal.  

En esta conducta, expuso, se excluyen aquellos comportamientos que suponen autolesiones accidentales, indirectas o aquellas que son socialmente aceptadas, como los tatuajes o el autolesionarse en el contexto de un ritual religioso.   

La investigación de Duarte Tánori se propuso detectar qué factores aumentan o disminuyen la probabilidad de realizar ANS y cuál es su orden de relevancia. 

El desarrollo de la adicción al internet puede fomentar deficiencias en relación a las habilidades sociales de los jóvenes, así como estilos de vida poco saludables, ansiedad social y depresión, potenciando los sentimientos de tristeza que pueden desembocar en ANS, explicó. 

En el estudio se entrevistó a 433 estudiantes de secundaria y se detectó que un 15 por ciento comete autolesión leve y severa.  

Duarte Tánori comentó que la literatura científica indica que, a nivel global, el porcentaje de adolescentes que se autolesiona es de entre 13 a 35 por ciento. 

El apego a los padres disminuye en 69 por ciento la probabilidad de autolesión en adolescentes, seguido del padecimiento de depresión que aumenta en 407 por ciento la tendencia a este tipo de actividades. 

Explicó que el apego a los pares no entró en el modelo, sin embargo, se necesitan más estudios de corte causal y longitudinal para poder confirmar estos hallazgos. 

La estudiante del CIAD compartió que se debe considerar que las emociones son distintas entre hombres y mujeres, además de prestar mucha atención a las que están asociadas al antes y después de la ANS para entender el fenómeno y saber de qué manera enfrentarlo. 

“Los datos apuntan a que mejorar la relación interpersonal de los adolescentes, al incrementar su conciencia y entendimiento emocional, enseñándoles comunicación y habilidades de resolución de problemas mediante técnicas didácticas y de apoyo, puede mitigar esta amenaza que enfrentan los jóvenes”, señaló. 

El conocimiento de las variables identificadas en su investigación establece condiciones para adaptar el sistema de socialización en las escuelas a las necesidades de alumnas(os) que presentan ANS. 

De esa forma, abundó, se trata de garantizar su adecuado desarrollo y aprendizaje mediante intervención psicológica, así como a emprender estrategias en su núcleo familiar.