Pobreza afecta la clase media mexicana por Covid
De acuerdo a diferentes voces de especialistas y economistas mexicanos, la crisis que provocó la pandemia de Covid-19 no afectó principalmente a las personas de menores ingresos; al contrario, mostró que estas pueden adaptarse a cualquier situación.
Sin embargo, el grupo de ingresos medios, clases medias, es el más afectado por la coyuntura.
Uno de los que opinan al respecto, es mi colega economista Alejandro Valenzuela, director general de Banco Azteca, que a principios de marzo fue entrevistado por La Jornada.
Valenzuela expuso que... a pesar de la contracción económica de - 8.5% del PIB que tuvo México el año 2020 los trabajadores representantes de clases bajas pudieron hacer mejor frente a esta crisis.
Con una crisis económica aunada a la de la pandemia y la salud, los clientes siguieron trabajando con “una cierta normalidad”, y eso es destacable e increíble, fuimos el único banco en esas circunstancias”.
No se vio tan afectado el sector popular, porque todos nos vimos afectados, pero puede ser el caso probablemente la clase media mexicana; segundo, si tienes tu propio changarrito, tu propia forma de operar y te sostienes, por decir, si antes vendías fundas de celulares y ahora vendes mascarillas te pudo ir bien; si tenías una moto y decidiste entrar a repartir comida o ser mensajero te pudo ir bien, hay muchas labores que con esa capacidad de adaptabilidad y se pudo salir adelante.
Pero hay personas que estaban en restaurantes y hoteles y se vieron afectados, y si no se pudieron mover a otra actividad con rapidez, habrá que ver la capacidad de resistencia”.
“Muchos pueden adaptarse pero no necesariamente todos, y ahí hay un tema claro sobre el empleo que habrá que recuperarse en los meses que vienen, que tengan un ingreso y puedan recuperar su vida”.
“Hay que ver por segmentos y regiones, porque el país se vio impactado de manera muy diversa por esta crisis, si estabas en una empresa de maquila, se tuvo que parar en algún momento, porque los insumos por problemas de logística se complicaron en el mundo y todo ello tuvo un impacto”.
La deuda con la pobreza es de largo plazo y tenemos que reducirla, lo importante es que la dinámica con las brechas entre los que más tienen y los que más necesitan sea menor cada día.
“Sí, hubo capacidad de cambio para mantenerse pese a la adversidad, pero hay que ver cómo se manifestaron las brechas”.
Probablemente la clase media mexicana es la que más está sufriendo, porque el asalariado, el que trabajaba productivamente en una industria que se vio afectada, se quedó sin empleo y si no se pudo resolver esto con cierta rapidez, hoy en día es una persona con problemas económicamente hablando.
Siguiendo los datos reconocidos por el Consejo Nacional de Evaluación de Políticas de Desarrollo Social (Coneval), al cierre del año 2020 por la nueva crisis de la pandemia, la pobreza se incrementó a más de 10 millones de mexicanos.
La crisis económica generada por la pandemia del Covid-19 ha impactado el nivel de vida de la población con menores recursos, pero también a la de ingresos medios, que ve en riesgo los beneficios de su estatus social, así como disminuidas sus percepciones y poder de compra en medio de una gran incertidumbre.
El cierre de establecimientos y las medidas de confinamiento por la emergencia sanitaria sacaron del mercado laboral a 12 millones de personas y, de las 32.9 millones que conservan su empleo, 46% vieron recortados sus ingresos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Luego del primer impacto, el mercado laboral se recupera de forma moderada, pues a septiembre del 2020 aún quedaban 4.7 millones de personas sin trabajo, a pesar de la reapertura económica.
Además, una parte de los que han recuperado el empleo lo han hecho en condiciones de informalidad, subocupación o con menor salario, lo que afecta el ingreso y el consumo de los hogares.
La disminución de la clase media, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales de 2019, para que los mexicanos pertenezcan a ese nivel socioeconómico se requieren ingresos mensuales en un rango de 6 mil 260 a 16 mil 700 pesos.
Al evaluar los efectos que la pandemia puede generar, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estima que el número de personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria puede aumentar entre 6.1 y 10.7 millones.
Lo anterior puede arrastrar a la baja a la población con ingreso medio, es decir que la crisis podría provocar que este segmento, que no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que la lleve a encontrarse en alguna de esas condiciones, expine el Coneval.
Las clases medias se han visto afectadas porque parte de las personas que tenían un empleo formal no lo han recuperado o ahora laboran en la informalidad, con un menor ingreso. Otros han encontrado trabajo en el sector formal, pero con un menor salario o cambiaron el estatus de permanente a temporal, explica el especialista Héctor Magaña, profesor del Tec de Monterrey, campus Estado de México.
Por otro lado, el ingreso de un segmento de las clases medias depende de negocios propios que han cerrado temporalmente o quebraron. “La falta de apoyos a estos negocios se traduce también en menores ingresos para los mismos, y esto pega directamente en el poder de compra de la clase media.
La crisis afecta los niveles de bienestar de las clases medias en aspectos como la vivienda, al no tener la certeza de poder pagar la renta del mes o la hipoteca, o en términos del ahorro, al verse en la necesidad de disponer de ellos por la emergencia, comenta Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tec de Monterrey.
“También han visto deteriorado su bienestar en términos de la zozobra que viven a diario las familias de las clases medias, por no poder enfrentar el gasto del día o en alimentos, la reposición del gas doméstico, el recibo de luz. O se han visto en la necesidad de cancelar servicios como el internet o la TV de paga. (Fin de citas de especialistas).
Fuente: Datos e información publicada en El Reforma 8 de marzo del 2021, y en El Universal 22 de noviembre del 2020.
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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