En medio del caos por Covid-19, en Reynosa surgió la esperanza
Reynosa, Tamaulipas. - El grito de auxilio de personas contagiadas de Covid-19 que no sabían que hacer, la saturación de hospitales, aunado a la escasez de recursos y desabasto de medicamentos en Reynosa, llevaron a la activista social Eva Reyes, a emprender una de las campañas más significativas de la pandemia que apenas empezaba, la entrega de medicamentos para tratar esta enfermedad.
Se trató de la familia de un soldado que se contagió en el ejercicio de sus labores, y contagió a su esposa.
"La mujer decía que se llevaran a sus hijos con tal de que no murieran con ella encerrada, porque no tenía la manera de ayudar, nadie se quería acercar a ayudarles. Su marido estaba internado en el Hospital Militar y ella buscaba tener seguros a sus dos hijos".
Y fue a raíz de este caso que compartió a través de sus redes sociales, que la solidaridad de sus amigos y población en general empezó a llegar.
Luego dijo hubo otro caso de una familia de siete miembros que resultaron contagiados, y de ahí empezó a recibir solicitudes de apoyo cada vez para más familias.
Y entonces, recordó, surgió una luz de esperanza a través de la familia Sánchez MacDonald, que le entregó una gran dotación de medicamentos, que en ese entonces los doctores recomendaban para atacar los síntomas del Covid, como la Azitromicina, Ivermectina, así como Paracetamol e Ibuprofeno, que se entregaron con ayuda de voluntarios a más de 600 familias, principalmente de escasos recursos, a quienes se les dotaba también de despensas, artículos de limpieza y cubre bocas.
La tarea, dijo Eva Reyes, fue titánica, pero agradeció que a su lado siempre contó con maravillosos seres humanos que se solidarizaron con esta situación, para la entrega de los apoyos.
"En esta acción cooperamos muchos, teníamos voluntarios que iban y entregaban en las puertas, en las banquetas dejaban los insumos y corrían. Luego salía el enfermo y los tomaba de la banqueta y se metía a su casa. Hicimos uso de taxistas como Willy Guzmán que es uno de los voluntarios más fuertes, que sin cobrarnos un solo centavo llevó ayuda hasta los rincones más apartados de esta ciudad".
A un año del primer caso en Tamaulipas, Eva Reyes, recordó el caos que se vivió debido a la ignorancia de muchos para enfrentar al virus, la desatención por parte de los gobiernos para hacer frente a esta pandemia, ya que dijo debieron haber contado con suficiente abasto de medicamentos, y el miedo de contagiarse que provocó la discriminación y el aislamiento de muchos pacientes de Covid.
"Recibí llamadas de personas en las que me decían que su familiar ya no podía respirar y que ninguna ambulancia quería ir para llevarlo a un hospital, que no encontraban médicos que quisieran ir a atenderlos, nos tocó ver de todo, sufrir de todo, fue una de las campañas más grandiosa para mí, pero también la más agotadora y desgastadora emocionalmente porque te haces amiga y solidaria de cada caso, y tratas de que lo que estás haciendo salga bien".
Aunque en Reynosa ya no se han presentado grandes oleadas de casos de Covid-19, Eva Reyes sigue atendiendo los casos que le llegan para auxiliar a pacientes con el virus del Sars-Cov-2 y agradece a Dios no haberse contagiado, y espera con ansia el momento en que le toque ser vacunada contra esta enfermedad.
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