Cuernavaca, Mor. (Agencia Informativa de México).- El ex diputado local priísta, Jorge Arizmendi García, fue presentado este lunes como el candidato del PRD a la presidencia municipal de la capital del estado de Morelos, y aseguró que contrario a sus oponentes, no tiene negativos que “me hagan un hombre vulnerable”.

Arizmendi García, conocido en amplios sectores de Cuernavaca debido a su origen y su trayectoria como profesor y director de una universidad privada, aseveró que contrario a lo que pudiera pensarse, ofrecerá una campaña con determinación y sin temor a los perfiles contra los que competirá: un ex gobernador, un ex alcalde de la Ciudad, un ex diputado federal y dos de los abogados más prestigiosos del estado.

“Yo voy como ciudadano de Cuernavaca a rescatar a la ciudad, a encarar el compromiso de contender contra gente prestigiada, reconocida, pero cada quien tendrá que acreditar su historia de vida, y en ese sentido, sin temor a equivocarme, no tengo ningún punto que haga de mi un hombre vulnerable, un hombre que haya engañado, que haya robado que haya mentido nunca”, expresó.

Cristina Balderas Aragón, presidenta estatal del PRD entregó a Arizmendi García la constancia con la que el profesor universitario se acredita ya como abanderado del perredismo a la alcaldía de Cuernavaca, luego de un proceso interno cuya propuesta fue votada a favor por unanimidad, y luego de que el propio Arizmendi llegara hasta el final del mismo ejercicio en el PRI; que finalmente no resultó a su favor.

Tras recibir dicho documento, Arizmendi García recordó que Cuernavaca ha sido sede y residencia habitual de artistas o intelectuales, pero también, desde hace muchos años está considerada como una de las ciudades más abandonadas del país.

“Vamos a cualquier parte de México y vemos ciudades con desarrollo y vemos a Cuernavaca tristemente abandonada. Me parece que todos lo que buscamos ser presidentes de Cuernavaca lo hacemos con la mejor de las voluntades para regresarle a Cuernavaca ese rostro de alegría, de ganar de vivir, esa ciudad donde la gente se sentía tranquila, serena. Me parece que el mejor regalo que le podemos ofrecer a la ciudadanía de Cuernavaca, es devolverles la paz”.