La Paz, BCS (Agencia Informativa de México).- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), anunció la llegada de ejemplares de la ballena azul (Balaenoptera musculus) al Parque Nacional Bahía de Loreto (PNBL).

La dependencia dio a conocer que durante el monitoreo realizado por el personal del Área Natural Protegida (ANP), se observaron cuatro ejemplares, estos mamíferos son considerados los gigantes del mar debido a que pueden llegar a medir hasta 30 metros y pesar 200 toneladas, algo similar a 30 elefantes.

En 2019, se registraron alrededor de 20 ballenas azules que fueron observadas dentro del Parque Nacional Bahía de Loreto entre los meses de febrero y marzo.

Asimismo, durante el recorrido que se realizó, los especialistas observaron una ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) y una de aleta (Balaenoptera physalus), indicadores de que el Golfo de California sigue siendo una zona de gran productividad donde encuentran alimento y refugio para sus crías.

Cabe hacer mención que cada temporada se realizan labores de monitoreo en coordinación con investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Algunas ballenas llegan de manera recurrente al Parque Nacional, tal es el caso de un macho conocido como “La calabaza”, identificado por sus particulares manchas blancas en la aleta caudal, el cual fue registrado por primera vez en 1990 y en 11 temporadas diferentes.

México forma parte de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) desde junio de 1949. El objetivo de este organismo internacional es regular la cacería que se había realizado de forma indiscriminada, llevando al borde de la extinción a algunas de las especies. Desde entonces, México forma parte del grupo de países cuya política, congruente con su legislación, es conservar y proteger a las grandes ballenas.

En enero de 2002, México prohibió el aprovechamiento extractivo de cualquier especie de mamífero marino con fines comerciales, y en el mismo año decretó que todas las aguas mexicanas constituyen un área de refugio para grandes ballenas.

Ambas medidas le han merecido al país un reconocimiento internacional, que ahora es valorado por las buenas prácticas de avistamiento de ballena gris, jorobada y azul, siendo esta actividad parte del desarrollo sustentable que se ha generado en las poblaciones cercanas.