Fue en diciembre, cuando platiqué de temas políticos con el sobrino consentido del sexenio pasado. Allí en su negocio Don Mostachón, Carlos Morris, me dijo que se preparaba para ser el candidato del PRI a la alcaldía de Victoria.

Tuve como testigo al regidor y presidente del PRI en Victoria, Horacio Reyna.

Y me aventuré a preguntarle “¿y qué pasa si tu familia o tu tío te dicen que te aplaques?”.

Allí en una mesa que está contigua al baño de los hombres, movió sus manos hacia un lado para otro y remató:

“No les voy a hacer caso”, digo, palabras más, palabras menos.

Es más, allí se comentó de hacer hasta una conferencia de prensa con los priístas “encumbrados en la capital de Tamaulipas”, por cierto, esa idea no se concretó.

Me llamó la atención la firmeza de Carlos Morris, y más porque al fin de cuentas el tío, es hasta ahora el personaje que no ha sido tocado por los tentáculos justicieros de los “vientos de cambio”.

Me llegué a imaginar que el joven pastelero se había “destetado”.

Es más, en mi mente retorcida, llegué a pensar que ya había un acuerdo “de regresarle la copa” a Egidio Torre Cantú y que por eso le permitiría a su sobrino consentido lanzarse en pos de la candidatura de Victoria.

Luego, me hacía la pregunta ¿cómo va a sacrificar a la prima? ¿La sacará de la alcaldía por una diputación local o federal?

Digo, la respuesta era sencilla, no la iba a sacar del Congreso para luego sacrificarla.

Pero terminó diciembre y era un grito a voces, el candidato del PRI por la alcaldía de Victoria será Carlos Morris.

Y se veía saborosa la fórmula, él por la presidencia y Enrique Cárdenas por la diputación federal…

Pero el furioso frente frío 27, (ya vamos para el 29), tumbó las agallas de Morris, se rajó y los fuertes vientos que azotaron en Tamaulipas se podían escuchar: “uuuuuuloooooo… uuuuuuuuuuuuuulooooo”.

El PRI perdió una carta que se antojaba competitiva y que sería el fiel de la balanza, para no dar por sentado que en Victoria estaba el triunfo asegurado para cualquier partido y candidato.

Carlos Morris pierde porque, aunque ande llorando que no le quieren dar una posición plurinominal, todos ya empezaron a saber, que salió rajón.

Lo comprendo, dicen en mi rancho que el horno no está para bollos … hay otros que dicen cosas peores…. Pero es una realidad, ahora falta quién se quiera sacar la rifa del tigre.

LO QUE SE DICE

Es hora que Edgar Melhem mande a freír espárragos todo lo que huela a Egidio Torre Cantú y sus tentáculos, que no permita que desde el PRI Nacional le dicte quienes van en las pluris y más porque hay varios personajes que la quieren peladita y en la boca y así no se puede.

Es hora que Edgar Melhem, si se quiere sacar la espina, debería de empezar a hablar de alianzas de facto con Morena, al menos en ese partido me han dicho, que están buscando ese acercamiento, luego que desde el PAN le han desmadrado su estrategia.

Y, señoras y señores, esto apenas empieza y todo parece indicar que será un … (que el autocorrector lo termine)

Comentarios Twitter: @Marco_Esquivel

Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.

Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.