No con restricciones se va a lograr crear conciencia entre la población; prohibiendo qué hacer o dejar de hacer, tampoco se va a logar la corresponsabilidad social -que es urgente-.

Si bien, actualmente estamos viviendo una segunda oleada de contagios de Covid-19, después del desenfreno de las fiestas de navidad y año nuevo, creo que la estrategia de tapar el pozo después del niño ahogado es una estupidez.

Ahora sí, cuando hay una amenaza real de saturar los servicios de Salud, debido a los altos números de contagios, las autoridades que también andaban empachangados, cumplieron la amenaza de volver con las restricciones.

Una de ellas fue el cerrar los gyms por lo que resta de enero. En primera persona considero que es otra estupidez de la gente de Salud y del mentado Comité Estatal de Seguridad en Salud.

Y es que pese a los kilos que me cargo, soy uno de los pocos y digo pocos, -porque ahora los gyms no son lo que eran antes-, que cada día acudía -hasta ayer- a mi hora de hipocresía.

Desde que les permitieron abrir, más allá de todas las medidas que los propietarios de Victory Gym se vieron obligados a tomar, como solo permitir menos del 30 por ciento de su capacidad, tener gel antibacterial, tomar temperatura y colocar líquidos desinfectantes por todos lados, también me consta que en ese lugar -me quiero imaginar que en todos los demás gimnasios-, había una real corresponsabilidad social entre los que asistíamos.

Cada uno de los asistentes, respetábamos la sana distancia, limpiábamos los equipos utilizados y procurábamos limpiarnos bien antes y después de salir.

Lo mejor, desde que volvieron abrir los gimnasios, al menos en el Victory Gym, hasta ahora no he sabido de un solo cliente que se haya infectado, dentro o fuera de las instalaciones, seguimos siendo los mismos desde que reiniciaron operaciones.

Cuando abrió este gimnasio llegué a notar la esperanza de los encargados de que iban a recuperar lo perdido, pero no fue así, pese a que iban a permitir 25 personas cada hora y media, en los primeros meses si llegábamos hacer 10 era todo un escándalo.  Con el paso de los meses y apenas en enero, pude ver el aumento de clientes, pero todavía insuficientes para garantizar al menos el punto de equilibrio.

Hoy reconozco a los propietarios de este gimnasio de que por muchos meses estuvieron perdiendo dinero, con la esperanza que las cosas mejoraran, pero, otra vez a chingar a su madre todo.

Y aunado a la poca corresponsabilidad social, se suman las estúpidas medidas de “topar el pozo después del niño ahogado”.

Mi amigo Hassan Cabido, un entrenador profesional, posteó:

“Neta, el gobierno no tiene ni una estrategia buena, piensan que cerrar los gyms, tiendas temprano, ley seca los fines, se irá el virus. Ya vamos para un año y seguimos igual, así que no va a servir de nada que nos vuelvan a cerrar”.

Y estoy de acuerdo con él.

Los gimnasios no son los culpables de que se hayan incrementado los contagios en Tamaulipas.

Pero los que si lo son, son los responsables de aplicar estrategias claras en los momentos indicados.

Hoy, son 15 días en los que no voy a poder ir a mi hora de hipocresía. Hoy son dos semanas en que les van a partir en su madre a una actividad noble. Hoy, será medio mes, en que no se les permita a los ciudadanos tener una mejor salud a través del ejercicio. Hoy, veo claramente la estupidez de nuestras autoridades de Salud.

Mis respetos y oraciones para quienes en el ejercicio de sus actividades han salido positivos a la enfermedad. A los que no tienen corresponsabilidad social, a esos no… por Covidiotas.

Muchas gracias

Comentarios Twitter @Marco_Esquivel

Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.

Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.