Como ya nadie quiere hablar del covid-19, hasta dicen, que ya no escriba uno de eso, con todo y que aumentan los casos de contagio como de fallecimientos, así que voy a escribir un poco de mi generación, señalando algunas de sus características y la generación de nuestros hijos. La verdad, son contrastantes en todos los sentidos, anotare algunas que tienen que ver con los estudios y los viajes, la vida laboral.

Nací en el 55 y conocí, por decir, la televisión hasta que estaba en la secundaria. Y fue, con esta generación, la de secundaria con la que más he convivido, compartido experiencias y vivencias. Después de que terminamos la secundaria, iniciamos reuniones: el día, preestablecido para las reuniones eran el 28 de diciembre. Hoy, por la pandemia, no habrá reunión, pero eso sí, todos los días nos saludamos en el WhatApps.

ESTUDIOS PROFESIONALES.

Cuando terminamos la secundaria, unos optaron por la normal, otros por enfermería o trabajo social; unos más, a la preparatoria o CBTis, para entrar a la universidad. La cuestión es que, en Victoria, la UAT tenía poco tiempo, había carreras muy específicas, las tradicionales e, incluso, algunos, que tenía medios optaron por ir a otras ciudades. Abogados, ingenieros, administradores públicos, contadores públicos, trabajadores sociales, maestros, ingenieros químicos o doctores.

Nuestros hijos, que son otra generación, para ellos el mundo había evolucionado y era, digamos, más cosmopolita. Por eso, sus carreras universitarias son de otra naturaleza: computación, sistemas computacionales, comercio internacional, relaciones internacionales, mercadotecnia, comunicación política, desarrollo organizacional, educación internacional. El abanico de opciones, es, vaya pues, tan amplia, que si alguien no estudia es por detalles de recursos económicos.

VIDA LABORAL.

Mi generación estudio carreras tradicionales y, la mente y las circunstancias, lo condujeron a un territorio cercano. Los maestros y trabajadores sociales, por decir, fueron ubicados en otras entidades y, gradualmente, se fueron acercando a la Ciudad. Los otros, la gran mayoría, opto por seguir una vida laboral en Victoria: la mayoría en sectores gubernamentales y ya disfrutan de una pensión, ya están jubilados. Unos cuidan y protegen a sus nietos.

Nuestros hijos, la siguiente generación, están viviendo cosas inéditas. Conozco, por ejemplo, a exalumnos que viven en Inglaterra, en Nueva York, unos están allá por los Emiratos Árabes. Para ellos, la vida y el trabajo no tienen fronteras. La gran mayoría, sin embargo, tienen condiciones laborales inéditas: no tienen prestaciones sociales y ejercen por contratos, así no hacen antigüedad… claro, eso es con los que trabajan, porque hay otros que son víctimas del desempleo.

GENERACION AFORTUNADA.

En la última reunión nos acompañó el Profesor Benito Hinojosa (QEPD) y sus palabras nos llenaron de orgullo, un poco de vanidad. Ustedes son, nos dijo, una generación afortunada. Vivieron una época maravillosa. Y efectivamente: no había nada de complicado ir y venir a la escuela, Victoria era aún una ciudad pequeña. Convivíamos sin complicaciones, hacíamos reuniones sociales, excursiones a los troncones. Disfrutamos cada momento, la forma y manera de ser cada maestro; y batallamos, eso sí, con física; nos acordamos de los cuatritos de una maestra, en fin.

Ahora, nos reunimos, y compartimos las experiencias laborales, pero también sobre los retos de la nueva generación, la de nuestros hijos, la vida en familia y de cómo se portan los nietos y sobrinos. Ya somos adultos mayores y la siguiente generación, la de nuestros hijos, viven su presente y luchan por construir su futuro… nada que ver con los Santos Inocentes.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.