Ya estamos a 21 de diciembre, a pocos días para la Nochebuena y para que culmine el año 2020. Y será diferente, al de otros años; hay, es cierto, motivos navideños en la plaza y en otros lugares. Se prendieron pinos navideños y, sin embargo, el espíritu navideño, de alegría y felicidad, de bullicio, no se hará presente.

Confieso que, en el caso de mi familia, el día 24 lo he pasado únicamente con mi esposa, mi hija, mama, mi hermano Isidro y mi cuñado Candelario. Solo seis personas que, bien podemos reunirnos, cubriendo la sana distancia y los protocolos de sanitización. Pero me consta que, otras familias, muy numerosas hacen verdaderas fiestas.

EL LLAMADO DE AMLO.

Hace días, en una de sus mañaneras, el Presidente AMLO hizo un llamado en general para todos los mexicanos, y en especial para los habitantes de la CdMx: que si no tienen alguna urgencia, pues que no salgan de la casa; que si, por necesidad, se sale de casa, se haga con sana distancia y la jefa de gobierno de la CdMx agrego: que se use el cubrebocas.

AMLO fue más allá: pidió, nos recomendó, que no hagamos fiestas, que no haya preposadas ni posadas, que no se hagan reuniones masivas. Hasta Jaime Rodríguez, mejor conocido como El Bronco, casi desesperado hace el mismo llamado y como es bronco, externo que nos aguantemos hacer fiestas, que ya después de que esto pase, hacemos dijo un “pedón”, es decir, una borrachera. El caso es que aquí y allá, a lo largo del país, las borracheras siguen.

EL COVID-19 ES EL CULPABLE.

De un tiempo para acá, les confieso amigas y amigos, no me dan ganas de revisar las redes sociales, en esencia Facebook y Twitter, por una sencilla razón: cada vez que veo el símbolo del dolor, del fallecimiento de una persona, de inmediato pienso que es por el covid-19 y recuerdo que, ese bicho maldito, se llevó a uno de mis hermanos y a otro lo hizo sufrir. Y si, buena parte, abiertamente lo dicen: por covid-19-

Los testimonios en redes sociales o en los medios de comunicación, la verdad, debieran ser el botón que debe abrir la prudencia, no temor, para cuidarnos unos y otros. En mi casa, soy el que surte la despensa y observo, en las tiendas, que todos entran con su cubrebocas, se aplican el gel y les toman la temperatura. Hasta ahí, todo bien: pero, lo lamentable, es que algunos siguen con sus fiestas y celebraciones.

SORTEOS VIRTUALES.

Año tras año uno de los eventos más esperados, celebrados y llenos de alegría y felicidad eran las posadas; sobre todo, las que se hacían en las empresas y en las dependencias de gobierno, los sindicatos o entre grupos de amigos. Y la foto, con el premio era, vamos pues, de cajón: para evidenciar la suerte de que se sacaron el mejor regalo o, tan simple, de que fueron favorecidos.

Hoy pocos, muy pocos, han tenido oportunidad de evidenciar su felicidad. Están prohibidas las posadas. Por eso me sorprendió que, varios de mis antiguos colegas de la docencia universitaria, subieron fotos evidenciando que recibían un regalo. Me atreví, en una de esas fotos, a escribir que no habían invitado, pues a pesar de ser jubilado, me siguen descontando las cuotas sindicales. La explicación, sencilla: nadie se enteró como fue la rifa, no hubo reunión, tan solo les avisaron que eran afortunados.

Así, sin duda, vivimos un diciembre diferente.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.