Helsinki Finlandia, (Agencia Informativa de México).- La capsula china Chang’e-5 regresó este miércoles con muestras lunares, después de una misión de 23 días que tenía como objetivo recolectar muestras de rocas que se cree que son miles de millones de años más jóvenes que las entregadas hasta ahora por las misiones Apollo de Estados Unidos y Luna soviética.

“La misión es tan grandiosa para la comunidad científica, que ha estado esperando obtener más muestras de décadas (la última muestra regresó a Luna 24 en 1976) que la Luna está recibiendo más atención de nuevo”, señaló Jessica Flahaut, geóloga planetaria de la Universidad de Lorena, Francia, citada por el portal Space News.

La experta aseguró que las muestras perforadas, que constan de 0.5 kilogramos del material, “proporcionarán más ventanas y tendremos un registro de capas de paleo-regolito en las muestras de testigos de perforación, y podríamos usarlas para estudiar el registro de los vientos solares. y eventos galácticos durante millones de años”.

“Los datos de sensores remotos de las últimas décadas también han mostrado una serie de curiosidades, incluidas las cúpulas félsicas, los parches irregulares de yeguas y los tipos de rocas en la superficie lunar, que aún no tenemos en la colección de muestras. Por lo tanto, es clave insistir en que la exploración lunar aún está en sus inicios y que hay mucho más por hacer”, acotó.

La cápsula que contenía alrededor de 2 kilogramos de material lunar perforado y recogido aterrizó en los pastizales de Siziwang Banner a las 12:59 pm. Los vehículos de recuperación localizaron la cápsula poco después, señala el portal especializado.

Si bien las muestras se entregarán a un laboratorio especialmente construido en Beijing para su preparación, análisis y almacenamiento, Chang’e-5 abre las puertas para una mayor exploración.

La verificación de tecnologías para el despegue desde la superficie lunar y el encuentro automatizado y el acoplamiento en la órbita lunar abren el camino para misiones de retorno de muestras planificadas a asteroides cercanos a la Tierra y Marte en la próxima década, así como aterrizajes lunares tripulados en la década de 2030.

Chang’e-6, una misión de respaldo, ahora se reutilizará para un aterrizaje en el Polo Sur lunar o en la Cuenca Aitken del Polo Sur. La misión involucrará contribuciones del CNES de Francia.

El orbitador Chang’e-5 realizó una quemadura después de la separación de la cápsula de retorno para evitar volver a entrar en la atmósfera. El orbitador ahora podría usarse para una misión extendida, utilizando generadores de imágenes en la nave espacial.