Hace apenas unos días se acercó a mí un amigo, era un adulto mayor, quien traía el apuro de hacer algunos ajustes ensu nuevo teléfono inteligente (smartphone, en inglés) entre los cuales estaba cómo configurar su foto de perfil en Twitter, así como desinstalar algunas aplicaciones.

Hace tiempo instalamos la aplicación “Zoom” en su computadora porque mi amigo había ingresado a un grupo de amigos en el que necesariamente se comunicaban a través de videoconferencias. En el grupo tambiénse les pedía a los miembros que usaran el Twitter para compartir información.

De tal manera que mi amigo desde que entró a ese grupo de camaradas prácticamente lo “obligaron” a actualizarse sin que fuera esa la intención.

Dicho de otra manera, mi amigo se vio obligado a interactuar con su grupo haciendo uso de la tecnología de la comunicación, por medio de una Laptop (la cual compró para interactuar en video conferencias) y de su smartphone (a través del cual tuvo que aprender a usar redes sociales, como Facebook y Twitter, principalmente).

Yo estaba ahí en el momento en que mi amigo se estabacomunicando por teléfono, pues la llamada estaba en altavoz, y alcancé a escuchar cuando le decían que se conectara rápido porque ya iban a comenzar la reunión. Es decir, que los camaradas de mi amigo daban por hecho que él ya sabía usar el Zoom, incluso, el Twitter.

Hace un par de díasme volví a reunir con mi amigo para ayudarlo a actualizar su perfil en Twitter y a desinstalar algunas aplicaciones que ya no usaba, en su smartphone.

En relación con los adultos mayores y el uso de las TIC (tecnologías de la información y de la comunicación) hay un documento en pdf muy interesante que leí hace poco tiempo; el título del documento dice: “TECNOLOGÍAS DIGITALES. Miradas críticas de la apropiación en América Latina”, de Ana Laura Rivoir y María Julia Morales (Coordinadoras).

En el documento que está en pdf se pueden leer los trabajos de investigación de varios autores.

Pero para el caso del tema que estoy desarrollando, quiero comentarles algunos aspectos que leí del trabajo de investigación de Ana Rivoir.

Antes permítanme comentarles que en el documento dice que Ana Rivoir es Doctora, en seguida viene el dato: Universidad de la República.

 El tema de la Doctora es “Personas mayores y tecnologías digitales. Revisión de antecedentes sobre las desigualdades en la apropiación”.

Me parece importante lo que Ana Rivoir aborda en el subtema: “Beneficios y utilidad de las TIC para las personas mayores”.

Como un breve resumen, les diré que los adultos mayores encuentran utilidad a las TIC para sus vidas, favorecen las relaciones sociales y familiares, les facilita la comunicación, entre otras cosas:

“Según varios autores (Neven y Peine, 2017, Joyce, Loe y Diamond-Brown, 2015), en la mayoría de los estudios sobre TIC y personas mayores, la tecnología es considerada como una solución al problema del envejecimiento.” (pág. 55).

Por otra parte, en Internet encontré un artículo muy interesante de la Procuraduría Federal del  Consumidor, el título dice: “Tecnologías de la información y comunicación. Que la edad no sea un obstáculo”.

En la página se muestra una estadística sobre usuarios de tecnologías de la información de 55 años y más, entre paréntesis dice: “Millones de personas”.

Entre los datos se encuentran: computadora, internet y teléfono celular. En esa estadística se puede notar cómo se ha ido incrementando el uso del teléfono celular, en primer lugar; después sigue Internet, al último la computadora.

En la tabla se aportan los datos específicos en millones de personas.

Lo que se puede apreciar también  es que el aumento de usuarios corresponden a los años del 2015, 2016, 2017 hasta el 2018.

El incremento de los usuarios con respecto al teléfono celular es increíble, pero si lo vemos por el lado del beneficio que les aportan las TIC a los adultos mayores, me parece una gran oportunidad para ellos.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.