Leyendo y viendo noticias de todo el mundo, uno puede ver claramente que derivado de la pandemia y sus efectos colaterales, estamos definitivamente viviendo tiempos extraordinarios. Para enfocarme solo en lo local, podemos decir que nuestro estado de Tamaulipas no es la excepción y que tenemos que estar conscientes de nuestra dura realidad. Esto trasciende todo discurso o postura política, los colores es lo que menos debería importar aun y cuando al tener las elecciones en puerta el año siguiente pareciera que todo lo quieren polarizar y politizar. El que así lo hagan no quitará el hecho de los contagios y las vidas que ha cobrado el virus denominado COVID-19, no quita que tenemos un caso de salud pública fuerte independientemente del virus, la hipertensión y diabetes son padecimientos que se presentan fuertemente.

Recientemente y aunque autoridades quieran minimizar el entorno, el cierre de negocios, el desempleo y la alza en hechos delictivos es toda una cruel realidad. Podrán querer manipular cifras, maquillarlas o decir que es cuestión de una exagerada percepción ciudadana pero no es así. De hecho haciendo un análisis de diversos factores socioeconómicos así como del sector salud, en estos meses venideros todo esto incrementará palpablemente. La época invernal hará que se disparen los contagios del virus y por las medidas de restricción así como el dinamismo económico, el desempleo y la falta de circulante incrementará. Y súmenle a esto el alza de precios en productos de la canasta básica y otros tantos que se vienen dando en estos meses.

Las autoridades deben de fría y sinceramente calcular el cómo se conducen y la ciudadanía debe estar más atenta en no dejar que la opacidad, los intereses cupulares y lo político sean aspectos que se sobrepongan por encima de lo necesario. No son tiempos para jugar con la ciudadanía y aun así vemos muchos ejemplos de esto, son momentos de dejar a un lado todo aquello que nos divide y que bien no se está haciendo y trabajar con ética y calidad por el beneficio colectivo. Para los que no lo hagan o no entiendan eso, espero la ciudadanía se los demande y exija justicia y no solo terminen siendo espectadores enardecidos que vean calamidades pero que no actúen para que esto pare. A todo aquel que deambula y simula, verá que de seguir así serán recordados como parte de una historia negra en uno de los capítulos más oscuros de nuestros tiempos.

Aunque piensen que el poder y las influencias políticas los libera de toda culpa, el karma y el tiempo se encargarán de poner las cosas en su lugar.

De los héroes que poco se habla…

Mi más sentido pésame en conjunto con toda mi admiración, respeto y eterna gratitud para todos aquellos héroes que han dado frente para combatir y ayudar a otros a tratar de librar sus batallas ante esta pandemia. Médicos, enfermeras, asistentes, etc., que han estado realizando sus labores en hospitales para salvar vidas y que a ellos mismos les ha costado la suya. Ustedes ya trascendieron y son parte de la energía universal que todo cuida y nos rodea, se les extrañará y se les admirará mientras su espíritu se expande y su legado queda en nuestro mundo y sociedad como verdaderos héroes y ejemplos a seguir.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)