Pues generalmente no soy de aquellos que tienen la costumbre de hacer énfasis en cosas que uno viene pregonando o diciendo con tiempo de antelación, pero en esta ocasión lo amerita por la difícil situación. Ante la noticia del cierre de la maquiladora APTIV planta uno en Cd. Victoria, un amigo hace rato me llamó para decirme que cuanta razón tenía ya que había dicho en una reunión a principios de año que si las circunstancias seguían dándose así, muy probablemente podría venir el paro de operaciones de la maquiladora aquí en Victoria.

Y pues sí, lamentablemente aquí cabría decir el clásico “les dije”. No es cuestión de ser adivino sino de seguir el dinamismo económico en el mundo y estar frecuentemente estudiando factores macroeconómicos que después pueden afectarnos en lo local. En otras columnas he externado que lo mismo vengo diciendo de la situación del desempleo y el cierre de cientos de negocios en el estado y país así como la falta de previsión y/o visión para palear estos tiempos por parte de las administraciones públicas. Una maquiladora con 30 años de servicio recién tuvo que anunciar que cierra operaciones y que por ende quedan entre 1500 y 2000 personas sin empleo. La que antes se llamaba DELPHI y ahora APTIV, tuvo verse en la necesidad de parar la producción debido a la reducción de la demanda de los productos que allí manufacturaban.

Me da particular tristeza ya que en lo personal me tocó estar involucrado en procesos de ellos y especialmente en la etapa en que se construyó e instaló la segunda planta en el parque industrial dos aquí en la capital de Tamaulipas. Aún que la segunda planta pudiera contratar a un número entre 200 a 500 trabajadores que trabajaban allí, quedarían alrededor de 1500 personas sin empleo, recibiendo sus respectivas liquidaciones, pero en un escenario muy complicado para volver a encontrar un puesto laboral. Y esta tendencia en el corto plazo no mejorará, al contrario, en los próximos meses se verá una mayor contracción económica y si por la pandemia continúan las recomendaciones o restricciones, esto solo aumentará.

Si siempre he abogado para que las administraciones públicas se dejen de cosas y pongan a gente con el perfil necesario y capacidad comprobada en puestos claves, ¡ahora con mayor razón! Ya no es una cuestión de ideología sino de absoluta necesidad, nos enfrentamos a un panorama que provocará el disparo de hechos delictivos, problemáticas familiares y por ende sociales, que vendrán a sumarse a una ya de por sí complicada y nefasta realidad. Ya no es cuestión de increpar o alzar la voz fuertemente para que se entienda que estamos pisando terrenos pantanosos y no con la cautela necesaria, sino reiterar que, si no se hacen las cosas bien, vendrá un desorden social que tendrá repercusiones nunca antes vistas. Ya de perdido pido que en esta ocasión si puedan entender eso y no tener que escribir meses después y en un escenario más negativo; Les dije…

Reflexión

“Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti”

 -San Agustín-

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)