Recién vi una película que retrata la vida de Gloria Steinem, activista estadounidense quien ha dedicado su vida a la lucha por los derechos de la mujer. Desde casi mediados del siglo pasado ella esta periodista y escritora emprendió una cruzada por defender los derechos de la mujer e impulsar movimientos feministas, de hecho es considerada como un ícono de estados unidos en dicha cuestión. Relevante es porque desgraciadamente todavía vemos en estas épocas disparidad y misoginia marcada y en nuestro país ni se diga. Si ha existido un avance, pero aún falta mucho y uno de los ejemplos más lamentables son los feminicidios en México. Tan es así que se está organizando una marcha y manifestación multitudinaria derivada de casos recientes de maltrato y muertes de mujeres.

Pero esto también pasa en muchas partes del mundo, por ejemplo, hace días se hizo tendencia un video de una mujer que roció de gas pimienta a un hombre que le dijo cosas (improperios) y fue causa de mucha crítica negativa aduciendo que ella se había excedido. Claro que muchos comentarios adversos fueron por parte de hombres que expresaban que sentían que no era para tanto. Y pues a ellos les diría que eso no hubiera pasado si él susodicho se hubiese mantenido callado y seguramente no era su primera vez que lo hacía. A nosotros no nos toca vivir eso o casi nunca, por eso verdaderamente no podemos ser tan críticos en ese tema, el que lo hagan si puede llegar a ser molesto.

Hace años cuando hacía mucho ejercicio y me salía a correr más frecuentemente, me tocó vivirlo en diversas ocasiones. Para los hombres generalmente no nos molesta tanto el hecho por nuestra idiosincrasia, pero en un par de ocasiones al menos me tocó que eran hombres los que se daban hasta vuelta y llegaron a decirme cosas. En mi caso decidía no prestar atención, pero si puedo decir que tampoco era cómodo. Fue allí donde también generé mayor empatía a las mujeres en esos casos aparte de haber sido criado con fuertes valores en casa y en ese tema especialmente por mi madre. Queremos viajar y explorar otros planetas cuando aquí en el nuestro no solo no aprendemos a vivir en paz y respetarnos sino pareciera que el ser violentos es algo que simplemente lo tenemos arraigado como humanidad.

A ver si con los lamentables efectos de esta pandemia nos ponemos a reflexionar y salir de este problema con un sentido de mayor respeto a la vida y hacia los demás y en el caso de los hombres misóginos, ¡que ya le paren a su pedo!

Respeto profundo

Mi respeto enorme y profundo para todas las mujeres que han dedicado su vida a mejorar las condiciones de su género y por ende de nuestra especie.

“Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”.

-Indira Gandhi-

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)