Jiutepec, Mor., (Agencia Informativa de México).- Víctima de varios disparos de arma de fuego, fue asesinado el líder transportista, Ariel Villanueva Velázquez, lo que le convierte en el segundo dirigente gremial ultimado de la misma manera, en los últimos seis días.

Alrededor de las 20:30 horas de este martes, Villanueva Velázquez se encontraba a unos metros de una tienda de conveniencia, cuando dos sujetos se acercaron a él y le dispararon en varias ocasiones, lo que ocasionó que la víctima cayera al piso y sus atacantes huyeran sin ser detenido o identificados.

Villanueva Velázquez era un líder transportista vinculado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM); ostentaba el cargo de delegado nacional del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Acarreos de la República Mexicana, (Sinca-Arvivel), quien ya había sufrido un ataque en la misma zona donde fue ultimado.

Los hechos se presentaron el pasado 17 de enero en la colonia CIVAC, –muy cerca donde se perpetró su asesinato la noche de este martes—luego de salir de su domicilio. En esa ocasión, varios individuos le persiguieron por la zona, mientras la víctima viajaba en su camioneta. 

Aun cuando el caso se manejó inicialmente como un intento de asalto, otras versiones que obran en la investigación, refieren que sus agresores le dispararon, sin embargo, él logró escapar ileso y llegar a una negociación a donde se resguardó. Los disparos que le dirigieron quedaron alojados dentro de la camioneta Mazda, color blanca, con placas PXB-152C de Morelos.

Tras los disparos que le costaron la vida al dirigente gremial, la policía montó un operativo para detener a los responsables, pero no fueron localizados.

El asesinato de Villanueva Velázquez es el segundo de un líder transportista en menos de una semana. El pasado 28 de octubre, dos sujetos a bordo de una motocicleta, alcanzaron a Fernando Ortíz Lagunas, también líder transportista, y abrieron fuego en su contra. El cuerpo quedó dentro de su vehículo, mientras los agresores huyeron. Los hechos se perpetraron en la zona norte de Cuernavaca.