A principios de año comencé a escribir sobre los escenarios que se presentarían en torno al cierre de negocios, pérdida de empleos y por ende una escalada de actos delictivos derivados de tales asuntos. Al haber sido algo que quizá se pensó que no se prolongaría, mucha gente no prestaba mucha atención a lo que exponía aún que enfáticamente lo resaltaba y periódicamente lo repetía. Me di a la tarea de investigar y leer artículos del Foro Económico Mundial, de la OCDE, así como de otros organismos internacionales y nacionales como del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), entre otros que manejaban los diversos panoramas según las tendencias o evolución de la pandemia en el mundo. Es difícil predecir, pero si es posible bajo metodologías estadísticas el pintar diferentes escenarios para ayudar en el proceso de toma de decisiones de los gobiernos.

Pero conforme el tiempo pasaba y se estaba vislumbrando un panorama muy duro con la propagación del virus en todo el mundo, se concentraban mucho en los aspectos de la prevención por cuestiones de salubridad y no tanto en el impacto en la economía y sus consecuencias. Ahora en el mundo y en México se viven las fuertes consecuencias del cierre de miles de negocios y la pérdida de millones de empleos formales e informales. En el caso específico de la capital de Tamaulipas, Victoria, no solo es la más afectada con casos de Covid-19 y ahora casos de dengue en el estado, sino que en las últimas semanas se ha dado una alarmante escalada en hechos delictivos por toda la ciudad. Asaltos, robo con violencia, cristalazos, robos domiciliarios, etc., en pleno día y en la noche, los casos se pueden tratar de minimizar, pero la aterradora realidad es que cada día más las redes sociales y el intercambio de información entre personas son los medios donde se propagan las lamentables noticias.

Esto se veía venir y es por ello que yo tanto insistía en que se tenía que estar planificando y trabajando con antelación, pero no sucedió así. ¿Acaso no era lógico que cuando la gente se viera en una situación de no tener una percepción salarial y por ende poder llevar sustento a su hogar, no iban a tristemente incurrir en este tipo de actos? Ahora muchos amigos y personas que incluso me tachaban de exagerado me dicen que cuanta razón tenía y que era correcta mi insistencia en el tema. Pero eso no me complace ni mucho menos me levanta el ego, eso me causa enorme tristeza y gran enojo, solo en estos días a una amiga cercana le acaban de allanar su casa y robarla y días atrás a una prima la habían golpeado y acuchillado para asaltarla saliendo de una farmacia. Sin contar los innumerables casos que se están presentando por toda la ciudad capital.

Es tiempo de no andar con politiquerías y poner a personas que verdaderamente le saben a los temas de la activación económica, generación de empleos, impulso a los emprendedores, reapertura de negocios, etc. Si antes hacían menos a las áreas de desarrollo económico municipales que son las que ven o deberían ver estos asuntos, ahora si en verdad quieren salir adelante, no les queda de otra. No cometan el error de perder el tiempo y dejar que los delincuentes se apoderen de la tranquilidad de la ciudadanía de por sí ya muy castigada y enojada. ¡Y sí sigo insistente! y no quito el dedo del renglón porque tengo empatía y me duele ver el sufrimiento ajeno aparte de que ya no estamos para simulaciones, esos tiempos ya pasaron y por eso es que la gente anda muy enardecida y con justa razón.

¡Soluciones reales, acciones concretas y contundentes y no más política barata!

¿Creen que exagero?, al rato nos puede pasar a cualquiera de nosotros y al haber vivido yo épocas muy difíciles cuando apenas tenía para poder comprar un kilo de tortillas, sé que eso juega con la mente y más cuando se tienen familias. No es casualidad que la escalada venga en tiempos de un desempleo brutal. En lo personal le prometí a mi madre, aunque cursi suene el ponerme a disposición para poder aportar lo que pueda para tratar de enmendar la situación.

Bendiciones y paz para todos, deseando no se vean afectados y pidiendo a todos unamos esfuerzos para revertir la situación.  

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)