Sobre la búsqueda del conocimiento
Hace poco tiempo me di la oportunidad de ver la película: “La música del silencio”, historia biográfica del tenor Andrea Bocelli. Hay una parte de la historia que me llamó mucho la atención, se trata de cuando el niño (en la película) se encuentra en la cama con los ojos vendados, pues si más no recuerdo le habían hecho una operación debido principalmente con motivo de su ceguera, luego de que Bocelli siempre fue un niño que lloraba mucho.
Ese día en especial, la mamá se da cuenta de que su hijo tenía la cabeza junto a la pared tratando de escuchar lo mejor posible la música de ópera que apenas se alcanzaba a oír del otro lado de la habitación. A partir de entonces la mamá junto con los familiares, sobre todo un tío, lo comenzaron a introducir en el gusto por la música de ópera.
Lo que quiero hacer ver con este ejemplo, es que muchas veces nos llegamos a sentir que algo nos inquieta en la vida, sólo que no sabemos qué es eso que nos causa angustia, y hasta desesperación, pero cuando nos decidimos a buscar ese algo, es cuando las cosas comienzan a tranquilizarse.
Lo digo porque no siempre anda uno sobre las cosas materiales, sobre la riqueza económica, o buscando fama; el conocimiento también se vuelve una necesidad. Yo quiero saber por qué está sucediendo esto o aquello; yo quiero saber qué es lo que existe aquí o allá y por qué.
Cada vez que me doy la oportunidad de investigar determinado tema, se despierta el deseo de continuar buscando todavía más allá. Lo hago con fines personales y de aprendizaje, porque es divertido hacer investigaciones, quizá no tan profundas, pero por lo menos intento hacer una introducción a lo que busco.
Hace días escribí sobre lo que pensaba del universo, por ejemplo, de lo maravilloso que es conocer los secretos del cosmos, de las constelaciones, de las estrellas que hay, de la inmensidad, de lo infinito. Luego se queda uno pensando en lo que pudiera significar el tiempo y el espacio.
Hay un libro escrito por el científico Stephen Hawkin “Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros” el cual lo explica de forma sencilla, pues como él mismo señala:
“A pesar de ello, las ideas básicas acerca del origen y del destino del universo pueden ser enunciadas sin matemáticas, de tal manera que las personas sin una educación científica las puedan entender.”
El conocimiento por entender y comprender el mundo que nos rodea, nos hace hombres más seguros; eso es lo que he llegado a creer, de ahí la propuesta que he hecho para mí mismo, en el sentido que no bastan los conocimientos con los que ya se cuenta, es necesario investigar mucho, pero mucho más, sobre todo y de ser posible, todas las ciencias que existen hoy en día, por lo menos hacer una breve introducción al conocimiento de estas.
Tal vez suene ridículo decirlo, o muy fácil, pero esto se vuelve un entretenimiento como cualquier otro pasatiempo. Quizá no me llame la atención ver un partido de futbol, en lugar de eso prefiero ver cómo comenzó el origen o principio del universo, viendo o leyendo sobre el big bang (gran explosión o explosión primordial).
También puede ser el caso de que para entender ciertos fenómenos sociales o económicos que acontecen en la política, es necesario recurrir a la filosofía política, pues para un estudio serio el problema no estaría en la opinión de la gente común sobre lo que opina de la política, sino más bien -he llegado a entender-, que tiene que ver con la teoría, con conceptos, con el lenguaje de la teoría política; cómo la gente está interpretando; cómo se está entendiendo tal o cual concepto, como el de libertad, de justicia o del Estado.
Me he estado convenciendo cada día acerca de lo importante que es la investigación con fines de aprendizaje.
Hace días me pasó algo muy divertido con mi hija adolescente. Ella me confesó que tenía guardado cierto resentimiento conmigo. Yo le sugerí que se desahogara, que me lo contara todo, pues le dije a mi manera que había leído algo de psicoanálisis, y lo mejor en ese caso era que se llegara a sentir bien después de habérmelo contado.
Estaba dispuesto a escucharla, traté de abrir la mente, de prestar atención a cada palabra que salía de su boca.
Días después: ¡increíblemente mi hija me invitó un helado!
Mi madre me dijo hace poco: “Investiga lo relacionado con los triglicéridos y la gastritis. Por lo menos para saber un poco más del problema que padezco”.
De eso se trata, de investigar para tener no tan sólo una idea, sino una introducción al conocimiento de determinado tema o ciencia.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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