Pensilvania, Estados Unidos. - Una pareja estadounidense, con problemas para lograr embarazarse, decidieron adoptar para así conseguir formar la familia grande que tanto deseaban.

Un año después de contraer matrimonio, Maxine y Jake hablaron con seriedad sobre la posibilidad de tener hijos adoptivos y tomaron la decisión de hacerlo.

Así comenzaron un proceso en el que tuvieron que tomar cursos de crianza para posteriormente adoptar, hasta que fueron citados para poder acoger tres niños en julio de 2017.

“Originalmente habíamos dicho que adoptaríamos hasta dos niños, pero nos llamaron con un niño de 4 años, otro de 2 y uno más de 11 meses”, reveló la madre en una entrevista.

La aventura de ser padres apenas iniciaba para ambos protagonistas, pues después de haber descartado casi por completo la posibilidad de ser padres biológicos, recibieron la noticia de que Maxine estaba embaraza, por lo que tan solo unos meses después recibieron a su quinto hijo (el primero biológico).

Si hasta aquí la historia había sido casi irreal, lo más sorprendente estaba por llegar. Tiempo después de adoptar a 4 niños (Aiden, Parker, Connor y Elliott) y dar a luz uno más (Henry), a la pareja se le notificó de una noticia que haría su vida un poco más caótica: Maxine estaba embarazada otra vez, en esta ocasión de cuatrillizos.

Pese a ser un embarazo de alto riesgo y dar a la luz de forma prematura a través de cesárea, la pareja pudo recibir a sus últimos 4 hijos (Theo, Silas, Beck y Cecilia), mismos que se encuentran bien de salud tras salir de hospital uno por uno.