La “bendita” época electoral
Pareciera que ya estamos invadidos de espíritu navideño, en donde la fraternidad y el deseo de regalar y ver sonrisas es lo que permea en el ambiente y especialmente en algunos personajes del ámbito político. Ahora sí recorren las colonias, ahora sí suben videos comentando sobre lo importante de ayudar, las despensas se reparten y la voluntad de compenetrarse con la sociedad les brota por todos lados. No me malinterpreten, que bueno que se le ayude a la gente, desafortunadamente en una sociedad tan desigual existe mucha necesidad y toda ayuda es bienvenida, pero…que triste que muchos solo lo hagan cuando comienzan etapas electorales.
El estar cerca de la gente y ayudar en todo momento debe ser una cuestión de corazón y vocación, con eso o se nace o se aprende pero en este país de amiguismos, compromisos políticos, grupos de interés, es algo que muchos hacen solo por conveniencia. En la época de usar gel por la pandemia muchas de esas personas desde hace años ya lo hacían, subiéndose a sus fastuosos vehículos tras haber saludado a la gente de las colonias, porque no fuera que se les pegara algo del populacho. En esta ocasión no es diferente, personas que nunca en su vida habían contemplado estar en el ámbito público ahora se los tratarán de vender como los “salvadores” del momento. El arraigo, la experiencia en el ámbito público-privado (con resultados), el perfil laboral, los valores, idiosincrasia personal, son aspectos que constantemente pasan a segundo término a la hora de que los partidos eligen a sus propuestas para regidurías, diputaciones, alcaldías, etc.
¿Estimados y más que respetados lectores, acaso estoy mintiendo?
Porque si no fuera así ¿porque estamos como estamos, porque tanto retraso, tanta corrupción e impunidad? Ni todos son así ni serán, pero caramba, ¿que quieran seguir dando atole con el dedo a estas alturas del partido? Por muchos años se salieron con la suya por la enorme necesidad e ignorancia popular, pero fue tanto el abuso de este tipo de métodos, que actualmente la gente ya esta asqueada, aunque hay que decirlo que se sigue viendo por que sigue teniendo resultados. Pero habrá que recordar también un dicho popular que dice que tanto fue el cántaro a la fuente y/o al agua, hasta que se rompió.
De corazón espero que los partidos políticos estén a la altura del momento, por favor les pido lo hagan por el bien de toda la gente, ya déjense de tanta codicia, amor por el poder e intereses grupales. Escojan a gente que verdaderamente represente una solución ante tantos problemas que nos aquejan. Háganlo por dignidad personal y profesional, háganlo por nuestro país, por sus familias, pero sobre todo por un mejor futuro para todos. Cuando dejemos esta vida no nos llevaremos nada más que nuestra conciencia y espíritu, las cuentas bancarias, coches de lujo, casas, ranchos y de más elementos materiales, esas se quedarán.
Imagínense (nunca deseándole a nadie ningún mal solo lo pongo como ejemplo fuerte) que una persona muy cercana a ustedes, llámese madre, padre, hijos, etc., está muy grave y necesita atención especializada y urgente; ¿A quien escogerían para que lo operara, a un especialista con años de experiencia y resultados palpables o a un “medico” que le regalaron el título universitario y que está atendiendo por recomendaciones o conveniencia perversa, pero sin la capacidad para verdaderamente hacerlo? Si lo ponemos así ¿verdad que nos pone a pensar?
Pues debería y si no es así es porque sus corazones están más llenos de hambre por el poder que amor al prójimo. Fíjense muy bien en el “roster” con el que cuentan y si de allí no tienen para escoger pues busquen entre la ciudadanía e invítenlos para que juntos hagan una real y sincera diferencia. Entre gente más calificada mejor serán los resultados y entre mejores resultados mejor imagen y aprobación. Una cosa conllevará a la otra y al hacerlo de la manera correcta se quedarán con la satisfacción de haber cumplido cabalmente con la ciudadanía que tanto necesita. No es lo mismo un círculo virtuoso que uno vicioso, no es lo mismo aparentar que todo va bien cuando perfectamente se sabe que no se ha cumplido. A estas alturas nadie es tan ingenuo o despistado, por no decir pendejo como para no ver lo que pasa en nuestro entorno.
El futuro de muchas cosas importantes para nuestro país, estados y municipios, están en sus manos y cada quien escribirá su propia historia, ya sea de dignidad y satisfacción o de oprobio y sin vergüenza.
Y lo demás quedará en manos de la gente…
Reflexión
Cuando el poder del amor sea mayor que el amor por el poder, ese día encontraremos la verdadera paz.
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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