Tampico, Tamaulipas.- Para la diputada federal Olga Patricia Sosa Ruiz, el problema de la obesidad es más complejo de lo que aparenta, gracias a los esfuerzos del Congreso Local de Oaxaca de legislar al respecto, la medida se ha replicado en algunos Estados con el objetivo de facultar a los gobiernos de las entidades federativas de un marco jurídico que proteja la salud pública de los menores a través de disminuir el consumo de las bebidas y alimento envasado con alto contenido calórico que puedan reducir la obesidad infantil.

A raíz de la prohibición de la distribución, venta, suministro, exhibición o regalo de la comida chatarra y bebidas azucaradas, en el Congreso de Oaxaca se han presentado otros proyectos similares en la Ciudad de México, Veracruz, Colima, Guanajuato, San Luis Potosí, Tamaulipas en los que se discutirán en las próximas semanas.

En la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la diputada federal Olga Sosa ingresó un Punto de Acuerdo para secundar la propuesta original de Morena en Oaxaca, en la que exhorta a las soberanías estatales a legislar en materia de prohibir la venta, distribución y suministro de bebidas azucaradas y alimentos envasados con alto contenido calórico a menores de edad, y combatir la publicidad que a través de la exhibición y la donación de simbólicas compras a la larga afectan la salud de los menores. 

Para la legisladora por Tampico es vergonzoso ser el país con mayor número de menores de edad en situación de obesidad, el 35% de las niñas y niños entre 5 y 11 años, tienen obesidad y sobrepeso, como lo muestra la ENSANUT, “las botanas, los dulces y postres, los cereales dulces, las bebidas endulzadas, no deben ser la base de la alimentación, es un foco de alarma que afecta a la población e impacta en la planeación del servicio y atención a la salud” comentó Sosa Ruiz.

Fue en 2013 cuando CENAPRECE emitió la declaratoria de emergencia epidemiológica para que todas las entidades puedan apuntalar las acciones para mitigar las enfermedades del sobrepeso y obesidad, sin embargo los esfuerzos no han sido significativos.

Los menores tienen el derecho a disfrutar de la salud, por lo que las legislaciones deben ser integrales, fortalecer los hábitos alimenticios saludables, fomentar el ejercicio y deporte, así como limitar la oferta de los productos, informar sobre las consecuencias de un alto consumo y generar producciones alternativas saludables para cuidar la dieta en la vida diaria, sobre todo en los hogares que se encuentran en situación de pobreza. 

Finalmente Olga Sosa mencionó “no podemos rehuir la discusión de la obesidad y el sobrepeso, libre de estigmatizaciones y sin el sesgo del género.”