México enfrenta desde los tiempos de la Expropiación Petrolera de 1938, una paradoja histórica, haber sido uno de los mayores productores de petróleo del mundo, pero en la refinación y procesamiento en gasolinas, diésel y derivados petroquímicos no ha logrado la autosuficiencia; además, las reservas de hidrocarburos líquidos (combustibles), cubren solo el suministro de 3 a 5 días, dependiendo del combustible requerido, ya sea gasolina, diesel o turbosina.

El monopolio de estado Petróleos Mexicanos (Pemex), nacido desde 1938, tiene un espacio limitado para descubrir, perforar, extraer, procesar, almacenar y distribuir combustibles.

Las unidades de transporte y distribución son insuficientes. Además, la producción de sus refinerías no satisface la demanda interna, y cada día es más deficiente basada en las 6 viejas plantas refinerías distribuidas en el país, que procesan a un nivel menor al 50% de su capacidad instalada con serias fallas de mantenimiento.

Se sabe que Pemex compra el 50% de los combustibles consumidos diariamente desde los Estados Unidos, es decir, unos 390 mil barriles de gasolina (diciembre 2019). Los especialistas ven un riesgo para la seguridad interna del país, ya que cualquier variación en el flujo puede causar una escasez parcial o caótica, como ocurrió a principios del año 2019 ante la declaración de guerra contra el robo de combustibles a través de los ductos de transmisión -Huachicoleros.

Para conocer más la forma de organización y operaciones de la industria petrolera del monopolio de Pemex, a continuación, se presentan las diversas actividades (divisiones) en que se integra la empresa.

Cadena de valor:

La cadena de valor de las gasolinas y el diésel tiene 5 etapas: 1) producción e importación, 2)
transporte, 3) almacenamiento, 4) distribución y 5) expendio al público.

Hasta antes de la reforma energética, Pemex era responsable del funcionamiento de toda la cadena de valor y de surtir toda la demanda nacional. Pemex producía, importaba, transportaba, almacenaba, distribuía y comercializaba (por sí o a través de terceros) estos productos para todo el país.

INTEGRACIÓN VERTICAL DE LOS COMBUSTIBLES DE PEMEX:

¿Cómo se lleva el combustible hasta los vehículo del país?

A continuación se reseña el camino que el petróleo crudo recorre desde su extracción y procesamiento para ser convertido en  gasolina o diésel, hasta llegar a las gasolineras Pemex, y a raíz de la reforma energética, desde el año 2017 llegan a distintas franquicias o marcas extranjeras autorizadas (Mobil, Exxon, Total, Shell, etc).

Pemex cuenta con la infraestructura, experiencia y conocimiento técnico y operativo para producir combustibles de la calidad internacional (magna, regular, premium, extra, diésel, etc.).  

Extracción:

Inicia con Pemex Exploración y Producción al perforar yacimientos en tierra y mar, extrayendo el petróleo crudo con una infraestructura de 30,000 pozos y 300 plataformas. 

Transportación y Refinación:
Una vez extraído el petróleo crudo, Pemex Logística lo transporta a través de un sistema de oleoductos de más de 5,000 km. a una de nuestras seis refinerías. Pemex Transformación Industrial lo procesa para obtener gasolinas, diésel y otros productos petrolíferos y petroquímicos. 

Almacenamiento:

Pemex Logística transporta los combustibles a las 77 Terminales de Almacenamiento y Distribución (TAD), a través de una flota de 525 carro-tanques y la red de poliductos de más de 8,800 km.

Aditivación y Distribución:

Al llegar a las TAD nuestras gasolinas son aditivadas con un exclusivo activo detergente dispersante para lograr una calidad óptima. Al terminar el proceso, son distribuidas a todas las gasolineras Pemex a través de 1,485 auto-tanques.

Comercialización:

Una vez en las Gasolineras Pemex, las gasolinas y diésel son supervisados en calidad y cantidad de despacho a través de 77 laboratorios móviles garantizando la calidad estándar.

Importación:

Pemex también atiende las necesidades de demanda de combustibles a través de la importación. El marco regulatorio vigente (Ley de Hidrocarburos, arts. 48 y 80) establece la posibilidad de
que se otorguen permisos para la importación de gasolinas y diésel a particulares que
cumplan con las disposiciones jurídicas antes del 1º de enero de 2017, si las condiciones de mercado lo permiten.

SENER solicitó la opinión de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) sobre el efecto que tendría en el mercado el otorgamiento de permisos de importación de gasolina
y diésel a cualquier interesado antes del 1 de enero de 2017.

El Pleno de la COFECE opinó que adelantar las importaciones al 1 de abril de 2016 contribuiría a crear condiciones de competencia en los mercados de expendio al público y comercialización de gasolina y diésel, lo anterior en beneficio de los consumidores.

Con base en lo anterior, la Secretaría de Energía emitió el 23 de febrero de 2016 un Aviso en el DOF mediante el cual se habilita el otorgamiento de los permisos a cualquier interesado que cumplan con la legislación y requisitos aplicables. A partir del 1º de abril de 2016, cualquier interesado podrá obtener un permiso previo de importación.

CONCLUSIÓN:

Ante la falta de capacidad instalada de producción y procesamiento, y a fin de satisfacer la demanda nacional de gasolinas y diésel, Pemex ha recurrido a la importación de estos combustibles. En el caso de las gasolinas, la tasa de crecimiento de importaciones más
relevante ocurre durante el periodo 2004-2007, en donde las importaciones pasaron de representar el 17% del total de la oferta nacional a un 40%, nivel del que, desde entonces, no ha descendido.

Entre el 2010 y 2015, las importaciones han cubierto entre el 45% y el 53% de la demanda nacional de gasolinas. En el caso del diésel, las importaciones representan, desde 2010, más de una cuarta parte de la oferta total nacional.

A partir del año 2018, las importaciones han aumentado a más del 65% de las necesidades de consumo nacional.

Fuente: datos obtenidos de publicaciones de Sener, Pemex, Inegi, COFECE, Omexpo.

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.