Matamoros, Tamaulipas. - Personal del Instituto Nacional de Migración (Inami) realizó esta mañana un recorrido por el margen del río Bravo en Matamoros, para tomar las medidas pertinentes en torno a los más de mil 200 migrantes que se encuentran en el campamento y que corren riesgo ante la posibilidad de un desbordamiento del afluente.

Los migrantes desde el lunes están alertados sobre la posibilidad de que sean reubicados temporalmente a tres sitios que se prepararon para albergarlos.

“Ellos dicen que no quieren moverse de este lugar porque se sienten seguros, pero se las hizo ver del gran riesgo que significa esta creciente del río”, señaló el padre Francisco Gallardo López, coordinador de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros.

La vida en el campamento sigue su curso y solo las personas que sintieron un mayor riesgo fueron las que subieron sus casas de campaña a una zona alta.

Por la mañana en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración se estacionaron tres autobuses que llevarán a los migrantes, si así lo deciden, a los sitios asignados que son el Convento de Santa Rosa de Lima, la Casa Migrante San Juan Diego y una iglesia evangélica.

oal