¿Cómo quiere morir? ¿Asfixiándose por el Covid-19 o de hambre?
Desde el 17 de marzo cuando México entró en cuarentena, se veía claramente la falta de estrategia en todos los niveles de gobierno. Mensajes confusos entre el mismo gobierno federal. Mientras que el vocero Hugo López Gatell decía una cosa, esta era subestimada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En los estados, los gobernadores hacían lo que para ellos era lo correcto. Al final, mensajes confusos que lograron incrementar la desafección entre la población. Esta, fue a la cuarentena sin saber exactamente el por qué.
A nivel local, la Secretaría de Salud hasta ahora se ha dedicado más a ser el contador oficial de casos positivos, recuperados y muertos. No ha sido capaz de concientizar a la población de este enemigo invisible, esa es la realidad.
A casi cuatro meses de empezar, no hay luz ni esperanza para los tamaulipecos, que otra vez “los han regresado a la cuarentena” y entrecomillas, porque estos están enfadados y molestos.
Esta semana se habló de “corresponsabilidad” y nadie supo con qué se come.
El sector empresarial alzó su voz y fuerte para recordar al gobierno del Estado que, así como era importante la salud, también debería de serlo la economía. Los comerciantes salieron a la calle para exigir que se les permitiera laborar. Una papelería de la calle 19 y Berriozábal colocó un póster con la leyenda “Otra vez nos volvió a cerrar la Coepris”.
Nos cerraron tiendas de conveniencia, mercados y de autoservicio. Nos invitaron a no salir después de las 10 de la noche y de nada o de muy poco sirvió. Durante el sábado pude ser testigo que era otro día más.
Estoy cierto que la pandemia agarró a todos nuestros líderes mal parados, unos con buenas intenciones y otros más diciendo estupideces como “Que nos cayó como anillo al dedo”. Nos hemos y nos estamos enfrentando a una pandemia que no ha dado tregua y que sigue cobrando vidas.
Hoy, Tamaulipas ya empezó a experimentar el colapso del sistema de Salud. En Reynosa la clínica del Issste se quedó sin camas para poder atender a más personas contagiadas y va por el mismo camino Matamoros. Ya hay voces que señalan que esto está ocurriendo en todas las grandes ciudades… solo falta que las autoridades lo acepten.
En estos momentos, hay 3,869 tamaulipecos contagiados y si solamente la mitad requiriera asistencia médica, no habría forma de ayudarles. Solo había 751 camas y 256 respiradores. Eso significa que, si se llega a colapsar el sistema de salud, el tamaulipeco número 257 se va a morir irremediablemente porque no habrá un ventilador mecánico que le ayude a respirar, se va a ir asfixiando y su cuerpo se va a colapsar en cada intento por agarrar una bocanada de aire, hasta que se ahogue. Esa es la cruda realidad.
Qué terrible y trágico será ese momento, en que un médico tenga qué decidir a quién le va a ayudar con el ventilador mecánico. Al joven de 20 años o al adulto de 60... y ya lo sabemos, decidirán por aquel que todavía le falta terminar su ciclo. Y entonces nuestros abuelos irán cayendo, poco a poco, sin poder decirles adiós, ¡despedirlos como Dios manda!
En contraparte, estoy de acuerdo. No es necesario que López Obrador nos lleve al precipicio económico, esta pandemia ya lo está haciendo, cada vez es más difícil generar riquezas. Nuestra economía está estancada y tendrán que pasar muchos años para que el engranaje empiece a mover la máquina.
Mientras, veremos cómo las empresas cierran y los empleos se pierden.
Por eso pregunto ¿cómo quiere morir? ¿asfixiado por el Covid-19 o de hambre?
Yo en estos momentos apelo a un gobierno conservador. Aspiro a tener un gobierno con los suficientes pantalones y huevos que sea capaz de poner reglas claras y “dar nalgadas al hijo malcriado”.
¿Cómo se explica que mientras las grandes tiendas estaban cerradas, había las tiendas de Salinas Pliego abiertas?, eso es claro ¡Falta la mano dura para meterlos en cintura!
Pero también deseo que exista ese compromiso y corresponsabilidad social entre los ciudadanos y comprendan que solo con su participación, será posible volver a una “normalidad” en poco tiempo… quedándose en su casa, siguiendo las medidas de prevención ¡Chingada madre, no somos capaces de tener distancia! ¿Qué en la escuela no nos enseñaron a tomar distancia? ¿No nos enseñaron en la casa a lavarnos las manos antes de comer o después de ir al baño? ¿Cómo es posible que nos sigan diciendo cómo se hace? ¿Somos retrasados?
En el 2010, cuando se vivió la guerra del narco en Tamaulipas, no tuvimos conciencia del grave problema hasta que la violencia tocó a nuestra puerta. En los primeros meses decíamos “Andaba de mañoso”, y hasta que no nos golpeó en un amigo o familiar secuestrado, desparecido o muerto, caímos en cuenta que el problema era serio.
Lamentablemente eso estamos viviendo ahora. Hasta que no se nos muera un familiar directo y no podamos despedirlo como Dios manda y echarle el último puñado de tierra, nos vamos a dar cuenta que esto es mucho más serio.
Si somos conscientes y empezamos a ser corresponsables de la situación y mejor aún, teniendo a líderes capaces, seguramente ni usted ni yo nos vamos a estar asfixiando por el Covid-19 y si logramos parar esto a tiempo, seguramente tampoco nos vamos a morir de hambre.
¿Qué si tengo miedo? Me confieso: Estoy aterrorizado. No sé cuándo me llegue a contagiar, pero no me gustaría que fuera en estos momentos. Tengo sobrepeso y fumo, soy candidato al infierno. Esa es la realidad. Insisto, solo espero que no me contagie en estos momentos cuando todo huele a que estamos ante el colapso de los servicios de salud.
Le vuelvo a preguntar ¿Cómo quiere morir? ¿Asfixiado por el Covid o de hambre?
En su corresponsabilidad y en sus manos está la respuesta.
Comentarios: Twitter @Marco_Esquivel
Marco Esquivel
Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político
Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.
Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.
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