Dos noticias impactan este fin de semana: por un lado, el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca informa que esta contagiado de covid19; y, la otra, tiene que ver con la reactivación económica, al tomar la decisión de que cerraran los OXXO y otras tiendas, con el fin de evitar aglomeraciones.

El miedo no anda en burro, dice una expresión popular. Los datos, que son fríos, dan cuenta de cómo día a día los contagios se incrementan o permanecen en un promedio, pero no bajan; aumentan, eso sí, los fallecimientos. Al grado que en la frontera, en varias ciudades, ya anuncian e uso de carros frigoríficos para guardar los cadáveres… no hay, digamos, capacidad para cremarlos.

MEDIDAS DRASTICAS.

El anuncio de regresar, como quien dice, a la fase anterior, a antes de la reactivación, los líderes de comerciantes y empresarios fueron enfáticos: un cierre más, será un tiro de gracia a la economía. Gloria Molina, la titular de Salud en el estado, hizo notar que exhortaran a los OXXO y a los Seven UP, a que cierren sábado y domingo. Yo sigo en lo mismo: no son los negocios, los culpables, son la gente, que no quiere entender.

Pongo dos ejemplos: cerca de mi casa hay un OXXO. Ahí, todos, pero todos, entran con cubrebocas y se cubre la sana distancia. Pero, en la frutería que está enfrente, dependiendo la hora, hay momentos en que hay demasiados clientes, unos con y otros sin cubrebocas, con todo y que hay un anuncio de que su uso es obligatorio. Le pregunte a quien atiende: porque a los cliente no le exigen el cubrebocas… y su respuesta fue hasta de burla: no me di cuenta que no traía.

DECISION: VIVIR O MORIR.

Con todo y que hay personas que aún no creen que exista el covid-19, hay una realidad: ahí están los muertos. Y en la cuestión de la pandemia hay varias etapas: la llegada del virus (por lo regular, viajeros que regresaron al país); el contagio local, es decir, el incremento exponencial: al 1 de julio había 231,770 contagios y 28,510 fallecimientos, ya rebasando a España y ocupando, México, un lugar significativo en la estadística.

Y la penúltima etapa, la más complicada para los hospitales y los médicos, es elegir entre la vida y a muerte de unos. Decidir a quién se le pone, o no, el equipo indispensable para salvar la vida. Y eso, lamentablemente, ya está sucediendo en Texas… y, al paso que vamos, no dudo que suceda pronto en Tamaulipas. Por eso, quienes somos adultos mayores, debemos extremar precauciones… si nos contagiamos y no hay ventiladores, nos dejaran morir para salvar a jóvenes.

PRIORIDAD: VIDA O ECONOMIA.

Yo estoy plenamente convencido de que todos queremos seguir viviendo, no queremos sufrir una u otra enfermedad, menos perder la vida. Así, en esta coyuntura, debe prevalecer la vida. Sin embargo, hay un grueso de la población que vive al día: la informal, que si un día no lleva a la casa para el gasto, se le complica la existencia a su familia. Es la otra cara de la moneda… y, entonces, la política gubernamental tiene que tomar una decisión.

¿Cómo hacer para lograr un equilibrio entre movilidad y economía? Creo que solo hay una respuesta o solución: que ambos sectores de la sociedad hagan su parte.

El sector empresarial y comercial lo están cumpliendo. No así la población. Pongo un ejemplo: en las tiendas de autoservicio solo puede entrar una persona; y en más de una ocasión, al menos yo lo he observado, hay cuando menos dos personas… entran separadas, ya en el interior es otra cosa. A ello agregamos, a las personas que les causa molestia, irritación, usar el cubrebocas y guardar la sana distancia: para ellos, no pasa nada.

MEDIDAS DISCIPLINARIAS.

El mexicano, de Matamoros como de Mérida, de Tijuana como de Monterrey, está acostumbrado a no seguir, a violar, las disposiciones de la autoridad… a menos que haya una sanción, una multa. Estoy convencido de que la pandemia es una emergencia nacional; y, en esa coyuntura, las decisiones y acciones de nada valen que sean restrictivas, si no hay un castigo por no cumplirlas.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.