Tampico, Tamaulipas. - El Obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, expresó a la comunidad en general que se proteja de los contagios del coronavirus, pues no debe esperar a que un familiar cercano fallezca por esta causa.

Agregó que en este momento la pandemia está azotando de manera seria y grave a los habitantes de Tamaulipas, así que se deben tomar las previsiones necesarias para no ser parte de las estadísticas fatales. 

Dijo que “muchos ciudadanos se confunden cuando las autoridades sanitarias de nuestro Estado piden que se queden en casa, pero escuchan otras recomendaciones a nivel federal de que se pueden retomar actividades públicas”. 

En este mismo sentido, aceptó que el coronavirus afectó a un integrante de la Diócesis porteña, es por ello que se tomaron las medidas sanitarias para aislar al párroco pese a que era asintomático y sin presentar un caso grave.

Explicó que el sacerdote está recuperándose de manera satisfactoria y no se espera que vaya a recaer en su salud, encontrándose en la misma situación positiva tres personas que eran cercanas al presbítero, pues como medida precautoria se les sometió a exámenes resultando positivos asintomáticos.

Con todo esto, monseñor Álvarez Cano reveló que los cuatro se hallan en franca recuperación, ordenando que en los centros de cultos u oficinas parroquiales se tomaran las medidas sanitarias que obligan las autoridades para evitar que surjan dentro de las organizaciones y templos católicos más casos de coronavirus. 

En relación al fallecimiento de dos sacerdotes católicos, informó que el Padre Ramón Avalos, era jubilado, de 80 años de edad, con diversos problemas renales, muriendo en otro Estado de México; en tanto que el Padre Miguel Ángel Rodríguez Castillo murió en Tampico de una insuficiencia cardiaca, ofreciéndole el Cabildo Católico una misa exequial en la Iglesia Catedral.