Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Si alguien respeta las tradiciones en el tema de la muerte son los mexicanos, por ello en este momento tras el inicio de la pandemia de Covid-19 quienes han perdido un familiar por este padecimiento sufren un duelo más severo que los lleva además de la depresión a un sentimiento de culpa.

Y no es para menos, la tradición de nuestros abuelos es acompañar al ser querido hasta el último momento, velar su cuerpo por lo menos una noche y llevarlo al panteón hasta que se dé la última palada de tierra, ahí se despide para siempre.

Antes de marzo, muchos tuvieron la oportunidad de despedir a su ser querido y darle el último adiós, mientras era abrazado por la tierra.

En medio de una pandemia por el Coronavirus, en México más de 22 mil 500 personas perdieron la batalla contra el Covid-19…

Más de 22 mil 500 familias no pudieron darle el último adiós, ni siquiera de lejos.

Y es que así son las reglas sanitarias para el tratamiento de cadáveres que fueron infectados por el Coronavirus, virus que mantiene en jaque al mundo.

No poder acudir a funerales, entierros, ritos… son factores que pueden aumentar el sentimiento de impotencia, desesperanza, y añaden más dolor a estas pérdidas y es que despedir a un ser querido es importante, por los efectos sociales y psicológicos.

Así lo considera la especialista en desarrollo socioemocional, Marcela Mayoral.

“Por supuesto que es de lo más importante, porque nada sustituye el calor humano… el tener una despedida física del ser humano nos asienta en conciencia el proceso que se está viviendo de aceptar la pérdida”.

Marcela Mayoral García-Luna, especialista en desarrollo socioemocional Foto Marco Esquivel

LA CURVA DEL DUELO… EL CAMINAR PARA ACEPTAR LA PÉRDIDA

El duelo es el proceso que tiene el ser humano hasta que vuelve a retomar su vida normal, tras haber perdido a un ser querido.

El proceso se inicia con el “shock”, luego viene la negación, “aunado a la negación viene el miedo, el temor qué va a pasar ante la incertidumbre, ante algo nuevo, de la negación-miedo, viene la ira, el enojo, es como una frustración y después se pasa a una negociación”, indicó Mayoral.

Y añade “Es decir, ya estamos entendiendo qué está pasado, empiezo a negociar”.

Resalta que, tras ese punto, viene la parte baja de la curva, donde se encuentra la depresión, “pero después de vivir la depresión llegamos a un consuelo, ese consuelo es el escalón previo a la aceptación, ya que aceptamos, encontramos un sentido a esa situación y viene el retomar la vida normal, después de que aceptamos encontramos un sentido a esa situación y viene el retomar la vida normal… se sale de la curva”.

SIN PODER DESPEDIRSE DE SU SER QUERIDO

Las disposiciones sanitarias en México son claras, estas exigen que cuando una persona fallece por Coronavirus, deberá de ser envuelto en una sábana e introducirlo a una bolsa sanitaria con cierre hermético y plastificado. Su destino final será la inmediata incineración en un máximo de doce horas.

Tras darse el fatal desenlace, los deudos no podrán despedirse de su ser querido, ya que está prohibido el contacto con el cadáver, ni su visualización.

Esto interrumpe el camino del duelo.

Mayoral explica que no ver por última vez a un ser querido y despedirlo, tiene un impacto diferente, “es un duelo atípico, es una aceptación más tardada, hay algunos autores que lo ponen como un duelo prolongado”, dice.

Y puntualizó “si se están viviendo estas condiciones, impacta de manera más intrínseca al sistema emocional”.

Además de la no aceptación de la situación, también muchos podrían experimentar un sentimiento de culpabilidad, al sentir que no hicieron algo más a favor del fallecido.

“Por supuesto en su mayoría de los casos es lo que más se llega a presentar la culpabilidad personal… es natural que el ser humano sienta ganas de culpar porque es nuestra manera de expresar la frustración entonces es correcto que se exprese, es correcto que se identifique sintiendo culpa, hay que expresarla, reconocerla para poderla trabajar”.

Una pareja se consuela luego de perder a un ser querido a casua del Covid-19 Foto Notimex

DESPEDIRLO, AUNQUE YA NO ESTÉ, UN BUEN COMIENZO

Mayoral, quien cuenta con certificación en terapia cognitivo conductual y con una maestría en psicología clínica y salud mental, considera que es importante realizar una especie de despedida conforme a los hábitos o creencias de cada familia.

“No tiene que estar el cuerpo presente, no tiene que estar el familiar que ha fallecido para que nosotros podamos despedirlo, hay autores que mencionan hacer un ritual, a nosotros nos gusta más mencionar hacer un homenaje, una despedida para que quede asentado de lo que se vivió. Ese homenaje no es el cierre del proceso, es el primer paso para poder vivir de manera consciente el proceso de duelo”.

Llamó a las personas a pedir ayuda para poder afrontar la pérdida de un ser querido y resaltó que el “duelo duele, una pérdida duele”, pero que hay centros de ayuda y profesionales que pueden ayudar.

Marcela Mayoral García-Luna cuenta con una maestría en Psicología Clínica y Salud Mental, además cuenta con certificación en terapia cognitivo conductual.

LA LABOR DE LAS AUTORIDADES

En Tamaulipas la cifra de muertos por Covid-19 sumó casi las 300 defunciones, igual número de familias directas que no pudieron despedir a su ser querido, mucho menos hacer una ceremonia fúnebre y sin una ley de Salud Mental como la que existe en Jalisco y Ciudad de México, no hay recursos asignados para ofrecer atención especializada en esta área.

Actualmente, por ejemplo, a través de la Línea Covid, por semana atienden entre 280 y 300 llamadas dando ayuda psicológica.

A través del Sistema DIF Tampico se han atendido a cinco personas, a quienes han acompañado en el proceso de duelo tras perder a un familiar a causa del Coronavirus.

HOYTamaulipas buscó un posicionamiento claro sobre el tema con la secretaria de Salud, Gloria Molina y el líder del Congreso estatal, Gerardo Peña, pero no hubo respuesta.