Monterrey, NL.- México recibirá, durante junio, el primer embarque de ganado bovino guatemalteco certificado, con lo que avanzan las acciones para poner fin al trasiego ilegal de reses, informó la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

La dependencia federal destacó que estas acciones ayudan a  brindar garantías sanitarias a los engordadores nacionales, que se encargan de abastecer a la industria cárnica del país.

Detalló que el primer lote consta de 272 cabezas de ganado, que ingresará por el cruce aduanero de El Ceibo, Tabasco, de acuerdo con los requisitos establecidos en el Memorándum de Entendimiento firmado por Sader y el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación de Guatemala (MAGA).

Los animales, dijo,  están certificados por médicos veterinarios oficiales del MAGA y cuentan con la supervisión sanitaria del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), lo que minimiza el riesgo de que entren a nuestro país enfermedades de importancia cuarentenaria (tuberculosis, brucelosis y garrapata).

Señaló  que derivado de este trabajo, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) recibió de las autoridades sanitarias guatemaltecas la versión final de los modelos de certificado de ganado bovino para engorda y sacrificio inmediato.

En dichos certificados, acoto,  se constata que existen las condiciones sanitarias, técnicas y operativas para iniciar las importaciones de ganado hacia México.

Refirió que como método de identificación de los animales procedentes de Guatemala, el ganado portará el arete azul, que cuenta con tecnología para la trazabilidad de los animales que ingresan a México y también es avalado por el OIRSA.

A través del Certificado Zoosanitario de Importación, el Senasica registrará la identificación de los bovinos, a partir de que crucen por el punto aduanero y dará seguimiento a su movilización hacia el corral de engorda al que esté destinado el animal, indicó.

Manifestó que una vez concluido el proceso de engorda, que dura entre tres y cuatro meses, los bovinos serán enviados a establecimientos de sacrificio Tipo Inspección Federal (TIF), con lo cual se completará la cadena sanitaria, que ofrece protección a la producción de cárnicos, y a la salud de los consumidores mexicanos.