Cuando decidí meterme a estudiar filosofía fue por intereses gnoseológicos; es decir, por cuestiones de conocimientos para poder aplicarlos a mi vida práctica, pero ya que estoy encarrerado, creo que he descubierto algo más allá de lo que creí suponer que aprendería.

El mundo de los filósofos es interesante desde el momento mismo en que usan la razón para explicar el origen o las causas de lo que existe en la realidad.

En la medida en que uno va estudiando cada tema, nos vamos dando cuenta que mucho tienen que ver las palabras, porque hasta eso, se llega a profundizar o a tratar de explicar partiendo de la palabra hasta poder dar un argumento filosófico.

Las palabras como ser, ente, hombre, persona, alma, conocimiento, etcétera, tienen tanta importancia en las explicaciones, pues de ahí que podamos comprender el porqué de muchas cosas.

El caso está en que en la medida en que uno se va introduciendo en la filosofía se va aprendiendo a pensar, a preguntarse por las cosas que nos rodean.

Pues es de saberse que los filósofos y científicos trabajan mucho para poder aportar un argumento válido, aunque no siempre tengan la aceptación final.

Como el caso para mí en especial que me llamó mucho la atención y que se refiere al tema de “Los grados de la vida y el transformismo”, donde se menciona que tanto Lamarck como Darwin, dos científicos que expusieron al mundo la teoría de la evolución (1).

Lo más probable es que todavía en la actualidad se siga enseñando la teoría de la evolución, que pasó ya hace muchos años del campo teórico y filosófico al campo científico.

Este tema tan controvertido para el mundo entero en el que, si no es que la mayoría de la gente, hemos tenido la idea de Dios, de un solo Dios.

Pero lo que se puede explicar con la razón demostrando científicamente los argumentos o las hipótesis no queda más que aceptar el hecho demostrado.

Sólo que en filosofía no queda eso ahí, por que también habría que preguntarse en dónde queda el alma del hombre, porque, así como se dice que el hombre ha sido parte de la evolución, también está la parte que dice que el hombre es creación Divina, o que Dios ha creado al hombre.

Para eso, los científicos aportan sus argumentos tanto como los filósofos los suyos, principalmente para los filósofos que creen en la existencia de Dios como creador del Universo y de todas las cosas que existen en la realidad y más allá de la realidad.

En este tema se han pasado por diversos argumentos, tales como el argumento filosófico, argumento científico, argumento de la sistemática, argumento de la paleontología, argumento de la embriología, argumento de los órganos rudimentales, argumento morfológico.

Yo lo entiendo de esta manera. Los evolucionistas consideran que el hombre proviene del mono, pero ¿qué ha pasado con el alma? ¿Qué ha pasado con la inteligencia del hombre?

Por lo tanto, el hombre siempre ha sido hombre con alma y razón, a diferencia de todos los demás vivientes: plantas y animales.

El tema se vuelve más interesante todavía, pues la filosofía va a demostrar (filosóficamente) la existencia del alma en el hombre, la inteligencia del hombre, la libertad del hombre, el origen del alma y su unión con el cuerpo.

Por supuesto que hay más explicaciones al respecto.

Y todo este estudio no es más que aprendizaje, la filosofía nos enseña a pensar, a investigar, a buscar el origen de las cosas.

Este fue el apunte de hoy. ¡Nos vemos pronto!

¡Comparte la experiencia!

Bibliografía

(1). Dezza, Paolo (1981). “Los grados de la vida y el transformismo”, ver cap. XVI en Introducción a la filosofía Gnoseología y Ontología. Edit. Porrúa, S.A. México, D.F.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.