A raíz de los efectos sociales, médicos y económicos que nuestra sociedad ha sufrido desde febrero que impactó el Coronavirus, primero en China desde enero, después en Europa en febrero y a principios de marzo en EE.UU. y América Latina, distintas organizaciones e instituciones han realizado análisis y propuestas anti crisis.
En esta ocasión, me permito compartir parte de un artículo de este tema, que fue preparado por el Departamento de Análisis Económico del Banco BBVA, por Javier Amador / David Cervantes Arenillas / Arnulfo Rodríguez / Saidé Aranzazu Salazar / Carlos Serrano (25 de marzo 2020):
INTRODUCCIÓN:
- Estamos ante un momento en el que se deben tomar decisiones rápidamente; lo que se decida tendrá importantes consecuencias.
- Medidas drásticas de aislamiento de las personas son urgentes, “deseables” y absolutamente necesarias.
- También es necesario destinar recursos fiscales a realizar el mayor número de pruebas posible, incluyendo a personas que no presenten síntomas.
- Se requieren como nunca antes medidas económicas para limitar las consecuencias económicas de la pandemia sobre las personas, empezando por las más desfavorecidas; los objetivos fiscales deben pasar a un segundo plano.
- El sector privado debe estar también a la altura de las circunstancias.
AUTOMOTRIZ MEXICANA EN CRISIS:
El 89 por ciento de los vehículos producidos en el país se exportan, y la caída en la actividad económica del resto del mundo dificultará la recuperación del sector.
En México, Audi y Honda anunciaron el cierre de sus plantas de Puebla y Guanajuato, respectivamente.
EFECTOS EN LOS MERCADOS POR EL COVID-19:
- A) Efectos por el lado de la oferta:
- El desplome de la demanda en EE.UU. aunado a las disrupciones en las cadenas de valor por el “cierre” económico en muchas regiones provocarán caídas significativas en la producción manufacturera en México.
- A ello se sumará el previsible freno en la construcción por las medidas de contención del contagio y por los previsibles efectos negativos en las finanzas de las familias que se traducirán en un desplome temporal en la demanda de vivienda e hipotecas.
Además, el gasto público debería ser redirigido al sistema de salud pública y a apoyos a las familias por lo que la inversión pública tendrá seguramente caídas más profundas a las previstas, que ya eran preocupantes. En suma, la construcción experimentará todavía más debilidad.
- En conjunto, la producción industrial tendrá fuertes caídas.
- Con la población quedándose en casa, el sector servicios será severamente afectado en el corto plazo.
- B) Previsibles efectos por el lado de la demanda:
- Profunda caída de la inversión por el contexto de incertidumbre sin precedentes. La recuperación será más lenta por el golpe a la confianza de la decisión de la consulta sobre la planta cervecera de Mexicali.
- Debiera ser lo contrario por el envidiable contexto de ratificación del T-MEC: México está ante una oportunidad histórica de atraer inversión y la está desperdiciando. La consulta, en la que solamente participó un 3% de la población no es un ejercicio democrático y es una muy mala decisión económica que tendrá efectos similares en la confianza a la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
- La señal que se manda es que no hay certidumbre jurídica y que se pueden cambiar las reglas ya muy empezado el partido (la planta llevaba más de dos terceras partes de avance).
- Freno en el consumo por el “cierre” económico temporal y lenta recuperación por los profundos efectos sobre las finanzas de las familias.
- A las pérdidas de empleos (sector formal) e ingresos (sector informal), se sumará la acumulación de deudas y el previsible desplome en las remesas, cuya caída podría ser más intensa que en 2009, debido al fuerte aumento que se observará en la tasa de desempleo en Estados Unidos.
SE REQUIEREN ESTÍMULOS FISCALES:
- Estímulos bien dirigidos, priorizando los grupos de personas más afectadas y desfavorecidas.
- Los objetivos fiscales deben pasar a segundo plano para apuntalar el sistema de salud y apoyar a los trabajadores.
- En momentos como el actual, los superávits primarios y la estabilidad de la deuda pública no son lo más importante y deben pasar temporalmente a un segundo plano. Una política fiscal contracíclica será indispensable.
- Además, hay que tomar en cuenta que la mayoría de los países otorgarán estímulos fiscales por lo que el deterioro no sería significativo en términos relativos.
- Para evitar una pérdida de confianza en el ancla de estabilidad fiscal en el mediano plazo, las medidas de apoyo fiscal deberían ser acompañadas de señales claras con respecto a que solo permanecerán el tiempo que sea necesario y que serán acompañadas de una próxima reforma fiscal que aumente los ingresos públicos una vez que pase el periodo de contingencia de salud y económica.
- También sería adecuado anunciar la creación de un Consejo Fiscal Independiente.
- Una mayor progresividad es indispensable.
- Las tasas efectivas de las empresas deberán tender a subir y los vacíos legales que previenen o disminuyen el pago de impuestos deben desaparecer.
- En contraparte, debe crearse un Estado de Derecho con rendición de cuentas y verdadero castigo institucional a la corrupción.
REFLEXIONES:
- La fragilidad económica y social quedará en evidencia como nunca antes. Se debe aprovechar esta coyuntura para finalmente sentar las bases para una sociedad en la que la mayoría pueda aspirar a vivir en condiciones dignas.
- Las situaciones extremas sacan lo mejor o lo peor de las personas y las sociedades. En un país como México, con tantos rezagos y tantos momentos difíciles, es necesario cambiar el contrato social para sentar las bases de una sociedad más justa.
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.