Lo que hacía hasta hace poco tiempo era meterme a la aplicación Paint 3D para comenzar de cero y poder hacer algunos cambios a los diseños que ya había hecho anteriormente; es decir, volvía a diseñar casi lo mismo.

Sino fuera porque en la medida en que he estado “picándole aquí y picándole allá”, me di cuenta de que al momento de abrir la aplicación sale una información la cual sugiere dos opciones: ‘Nuevo’ y ‘Abrir’.

Como no quería entretenerme en la opción ‘Abrir’, ya que imaginé que tendría que aprender otras cosas nuevas de la aplicación por lo que me llevaría algo de tiempo, y en esos momentos lo que quería era retener en la mente los pocos conocimientos que ya había adquirido, de tal manera que por esa razón prefería irme directo a la opción ‘Nuevo’.

Estoy hablando que fueron muchas ocasiones en que repetía el mismo procedimiento, hasta que llegó el día en que decidí explorar esa parte que dice: ‘Abrir’.

¿Saben por qué llegué a tener esa inquietud?

Bueno, lo que sucedió fue que al ver un tutorial por YouTube sobre Paint 3D pude ver cómo el tutor explicaba la parte de ‘Abrir’ para poder ver los trabajos que ya estaban diseñados, hasta entonces se me salió un “¡Ah!”, “¡Oh!”.

Al darle clic en ‘Abrir’ posteriormente salió una información la cual indicaba lo siguiente: “Proyectos guardados”, en ese instante pude ver algunos diseños que había hecho desde hacía tiempo.

Seleccioné el último diseño que había trabajado recientemente, como lo fue la portada de mi libro. En el momento en que se abrió el proyecto, me di cuenta de que podía realizar cualquier corrección necesaria; es decir, tenía la opción de quitar letras y colores, de la misma manera que podía escribir y añadir colores.

Llegué a la conclusión de que, si se podían hacer todos esos cambios, entonces para la portada de mi libro “Cómo y por qué escribí mi libro”, fácil era quitar cierta información al diseño de la portada, para agregar la información que debería llevar la contraportada.

Manos a la obra. Para diseñar la contraportada tuve que eliminar mi imagen, en su lugar escribí de qué trataba la obra. Ahora, al momento de estar escribiendo el texto no me estaba gustando cómo iba quedando, porque no se iba justificando, pues las únicas opciones que había eran las siguientes: Alinear texto a la izquierda, Centrar el texto, Alinear texto a la derecha, y la opción que había elegido era alinear texto a la izquierda.

Como el propósito era que el texto saliera justificado en el proyecto guardado como imagen de la contraportada, se me ocurrió guardar el proyecto como imagen pero sin el texto, con toda la demás información, ya que al trasladar el proyecto al formato media carta en Word, buscaría la manera de insertar un ‘Cuadro de texto’; el siguiente paso sería seleccionar un ‘Cuadro de texto simple’; el tercer paso consistiría en irme al ‘Formato de forma’ para elegir la opción de quitar el cuadro, de tal forma que quedara el puro texto.

Ahora, seleccioné el color blanco para la letra, así como la fuente y tamaño. La fuente tenía que ser Palatino Linotype.

La información para la contraportada quedó de la siguiente manera:

“Si escribir un libro no es nada fácil, aprender a maquetar y diseñar comenzando de cero, tampoco lo es, pero las ganas y el deseo de lograrlo son razones suficientes para alcanzar la meta. Las experiencias reunidas en esta obra nos van a dar una idea de cómo podemos usar la aplicación de Word para redactar, estructurar y maquetar el documento; mientras que con Paint 3D es cuestión de usar la creatividad para diseñar portadas.”

En la contraportada se pueden ver diferentes colores como el blanco, rosa, naranja, oro, amarillo, aguamarina y añil.

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Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.