En la era de las redes sociales quienes se dedican a la política están intentando cambiar lo aprendido en los años pasados y aplicar las nuevas estrategias de mercadotecnia, para ello además de sus páginas personales buscan aliarse con alguien que tenga renombre o para decirlo en otra palabras miles de seguidores.
Así las cosas, ya no es extraño ver a los “suspirantes” a algún puesto de elección popular haciendo uso de algunas prácticas tan populares como cocinar, jugar fútbol o béisbol según sea el caso o montar a caballo aunque no sea el mejor jinete.
Claro, las publicaciones en las redes sociales llámense Facebook, Twitter o Instagram deben contener de igual manera actividades de su ejercicio público y de sus acciones a favor de su comunidad, ya sea entrega de apoyos, gestiones, pláticas con sus representados etc, etc, etc...
El problema es que algunos de ellos se exceden en las publicaciones y en ocasiones hasta aparecen más que sus jefes.
Ejemplos hay varios uno sin duda es el Secretario de Bienestar Social del Municipio, Alberto Granados Favila quien al iniciar la actual administración tenía más publicaciones que la página oficial del alcalde Mario López o del Gobierno de Matamoros.
Tal vez porque es el único de los funcionarios municipales que tiene su propio “departamento de comunicación y relaciones públicas”.
Así las cosas cada evento, visita a algún ciudadano o fechas especiales el funcionario no pierde tiempo para hacerse presente, pareciera que la intención de sus colaboradores es convertirlo en un influencer, aunque hay un pequeño problema -de los varios que tiene- y es que quien está a cargo de esa área no se decide si debe aplicarse para atender al joven político o promover a los “influencers” que ya trabajan para ella o aplicarse en la atracción de publicidad para que el negocio que tiene en forma particular.
Es un grave problema porque finalmente una vez que se aprobaron las reglas de operación de los programas sociales municipales se va a requerir de una importante labor de comunicación, donde por supuesto el encargado de la entrega-el
Secretario-ocupe un importante papel pero no el protagónico como le han hecho pensar hasta hoy que estaba bien.
Quizá por eso el trabajo para la aprobación de estas reglas se operación tardo un poco más de lo normal, digo, a veces hay que dejar muy claros los puntos para evitar tentaciones a quienes lo manejan, pues en estos días los “adelantados” están de moda.
En fin, en estos tiempos hay que aprovechar todos los escenarios posibles, las herramientas a la mano y hasta la simpatía natural para lograr el cometido, aunque como dice un viejo refrán “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”
Hasta aquí por hoy
Rosy Pereda Rangel
Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM
Corresponsal de TV Azteca desde hace 16 años
Actualmente coordinadora de Información de Expreso Matamoros